El juez Ramos Padilla dictó una medida cautelar por la cual le impide a García Mansilla que intervenga en las causas de la Corte Suprema. También prohibió que se le tome juramente a Ariel Lijo.
El juez federal de La Plata, Alejo Ramos Padilla, dictó una medida cautelar para impedir que el juez Manuel García Mansilla intervenga de ahora en más en las causas de la Corte Suprema. La decisión la tomó luego de que se cayeran su pliego y el de Lijo por el rechazo del Senado.
La causa en la que se discute la constitucionalidad del decreto 137, en el que el presidente Javie Milei designó -el 25 de febrero pasado- a ambos magistrados para ocupar las vacantes del alto tribunal, se encuentra en manos de Ramos Padilla. A pedido de las organizaciones que intervienen en el expediente, Ramos Padilla le ordenó a García Mansilla que se abstenga de decidir de las causas que tramitan en la Corte Suprema y también en actuaciones administrativas con la advertencia de recibir sanciones penales o pecuniarias.
Además, instó a abstenerse a la Corte Suprema de tomarle juramento a Lijo -como ya lo hizo con García Mansilla-. La medida tendrá una vigencia de tres meses.
Organizaciones de la sociedad civil le pidieron a Ramos Padilla que declare la inconstitucionalidad del decreto 137. Entre ellos el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Poder Ciudadano y el Instituto de Estudios Comparados de Ciencias Penales y Sociales (INECIP) y hasta la líder de la Coalición Civica, Elisa Carrió, que fue admitida como amicus curiae (amiga del tribunal) en la causa.
Según comentó el periodista Santiago Fioriti en A24, García Mansilla le consultará al resto de los jueces de la corte en qué estatus queda su investidura como juez tras el revés que recibió en el Senado.
