Panorama

Qué hay detrás del paro de choferes de colectivos y el sinceramiento del Gobierno sobre las actualizaciones salariales

Los choferes denuncian un fuerte deterioro de sus ingresos y piden que las empresas y el Estado se hagan cargo de la recomposición. El Gobierno denuncia extorsión.

Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Qué hay detrás del paro de choferes de colectivos y el sinceramiento del Gobierno sobre las actualizaciones salariales (Foto: Reuters)

Qué hay detrás del paro de choferes de colectivos y el sinceramiento del Gobierno sobre las actualizaciones salariales (Foto: Reuters)

El sindicato de choferes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidió efectivizar una amenaza que venía blandiendo desde hace meses y concretó lanzar nuevas medidas de fuerza luego de constatar que sus salarios perdieron un 30% de poder adquisitivo desde diciembre de 2012. La decisión se tomó en un contexto de creciente malestar entre los trabajadores, que aseguran que su poder de compra cayó incluso más que el de otros sectores del empleo registrado.

El gremio dirigido por Roberto Fernández es uno de los más dialoguistas. Suele usar las amenazas de paro como una herramienta para forzar acuerdos. Esta vez no fue posible.

El sector empresarial dice que no puede hacer frente a los aumentos que piden el gremio. Para eso debería recibir una autorización por parte del Estado a aumentar tarifas particularmente en el AMBA o un aumento en los subsidios.

El Gobierno dice que no puede hacer ninguna de las dos. El aumento tarifario derivaría en mayor inflación y el aumento de subsdios sería contrario a la política de "motosierra" que enarbola Milei. Sin recursos a la vista, las empresas dicen que es imposible aumentar por encima de la inflación de este año.

Así las cosas, las negociaciones quedaron trabadas. El gremio pide $1.700.000 de salario básico; las empresas dicen que pueden aumentar un 6% más bonos, lo que dejaría el básico en alrededor de $1.200.000. Siguen lejos. Es un problema de no retorno.

El Gobierno en un comunicado sinceró una política que hasta ahora no verbalizaba: existen topes para los aumentos de sueldos. "Es un paro extorsivo por no haber recibido un aumento de sueldo del 40%, el cual supera ampliamente las pautas salariales de Gobierno", dice el comunicado que difundió la secretaría de Transporte.

"Hicimos un esfuerzo titánico las cámaras que participamos, pero a pesar del desgaste el gremio nos corrió el arco y no entendemos por qué. Había presión en la sede del gremio y lo que pedían se iba de cualquier parámetro", relato Luciano Fusaro vicepresidente de AAETA, una de las cámaras que agrupa a las empresas de colectivos al programa Muy Lunes en Radio Con Vos. "El gremio pide algo lógico, que es en principio recuperar lo perdido este año. Pero a nosotros no se nos ajustan los ingresos por inflación", planteó.

La caída del salario frente a la inflación

De acuerdo a un informe difundido por el gremio y al que tuvo acceso A24.com, el salario básico conformado de un chofer, que en diciembre de 2012 era de $6.785 pesos, debería superar los $1.720.000 pesos para mantener el mismo poder adquisitivo.

Sin embargo, en febrero de 2025 se ubica en 1.200.000 pesos, lo que implica una caída real del 30%. En comparación, los salarios del resto de los trabajadores registrados —medidos por el índice RIPTE— acumulan una baja del 26% en el mismo período.

La relación entre ambos indicadores también se deterioró. Mientras en 2023 el salario UTA equivalía a 1,11 veces el RIPTE, en 2025 esta relación bajó a 0,916. Esto significa que, en términos relativos, los choferes cobraban más que el promedio hace dos años, pero ahora están por debajo.

Las razones del conflicto y el reclamo gremial

El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, señaló que el paro busca "romper la inercia de pérdida salarial" y destacó que "el sector viene absorbiendo aumentos muy por debajo de la inflación real". Según el informe gremial, la situación se agravó especialmente en los últimos dos años, cuando los aumentos acordados quedaron lejos del índice inflacionario acumulado.

El sindicato también advirtió que la falta de respuestas concretas por parte de los empresarios y las autoridades agravó la tensión. "No estamos pidiendo privilegios, sino recuperar lo que perdimos", sostuvo Fernández, remarcando que el reclamo es por la recomposición del poder adquisitivo.

¿Cómo sigue?

El conflicto se da en un marco de incertidumbre por la inflación y con la negociación paritaria en marcha. La caída del salario real afecta a todos los sectores de la economía. Si bien se recompusieron los ingresos a lo largo del último año, en los últimos meses se amesetaron y todo indica que no podrán recuperar su nivel de compra previo a la crisis de 2018.

En el caso de los colectivos, según fuentes gremiales, las medidas de fuerza podrían profundizarse si no hay una oferta superadora en las próximas semanas.

La evolución histórica del salario básico UTA y del RIPTE muestra un descenso sostenido desde 2015, con caídas pronunciadas desde 2022. Esta tendencia alimenta la percepción gremial de un estancamiento estructural que requiere soluciones de fondo.

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