Fundamentalmente, Schiaretti pensó que Alberto se iba a diferenciar de Cristina, cosa que no pasó. Esta semana el gobernador decidió levantar el perfil y ser más agresivo en sus opiniones contra el Gobierno. "Los últimos dos gobiernos nacionales chocaron el país. Va siendo la hora de que las provincias y el interior puedan tomar las riendas de un país que está totalmente destrozado", dijo.
Podría haber sido una declaración de principios, pero para que no queden dudas, también atacó explícitamente al Frente de Todos: “Nunca vi en ningún lugar que el vicepresidente tenga más poder que el presidente. Es una situación inédita en la Argentina”, lanzó.
El Jefe de Gabinete Juan Manzur también se metió en Córdoba. Primero convocó en el CCK a un encuentro con 150 intendentes peronistas de esa provincia. Después hizo una gira por Córdoba recorriendo obras, complejos agroindustriales y plantas de biocombustibles. Un guiño del peronismo al sector.
“Que el presidente mire hacia el interior federal: se va a encontrar con un país productivo, trabajador, dispuesto a ayudar y a salir adelante”, respondieron los diputados cordobeses a las frases de Alberto Fernández pidiéndoles que se integren al país.
“Las declaraciones de Schiaretti no tienen que ver con la elección de noviembre, sino con el día después”, aclararon en su entorno. “Está muy preocupado por la ausencia de rumbo del gobierno nacional y cree que esto está afectando gravemente al conjunto de la sociedad argentina. Cree que el cristinismo y el macrismo son procesos políticos que están en su ciclo final y que solo agravaron los problemas estructurales que tenía la Argentina”, explicaron.
El gobernador cree que con esta elección se demostró que Cristina no es la dueña de los votos, porque estaría perforando su piso en su principal bastión electoral. Por eso, le habla a gobernadores e intendentes peronistas. Casi como un pedido de rebeldía o mostrándose como un camino a seguir. Está dispuesto a liderar esa renovación peronista.
Alberto sabe de este foco de rebeldía. Por eso, lo que se disputan no es Córdoba. Es el peronismo. Es parte de la batalla que viene.