¿Ajuste fiscal?

¿Quién apoya a Batakis? Los gobernadores también hacen silencio, nerviosos por el ajuste a las transferencias provinciales

El respaldo reclamado por la ministra de Economía resultó tibio y hubo compromiso de no hablar. Temor porque el equilibrio fiscal alcance a los envíos a la provincias.
Mariano Obarrio
por Mariano Obarrio |
Silvina Batakis y Juan Manzur con los gobernadores de Catamarca

Silvina Batakis y Juan Manzur con los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil, de Buenos Aires, Axel Kicillof, de Tucumán, Osvaldo Jaldo, de Neuquen, Omar Gutiérrez, y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora

Batakis quería un respaldo contundente para disipar la desconfianza de los mercados por el silencio de la vicepresidenta Cristina Kirchner y las críticas del kirchnerismo duro que pide un Salario Básico Universal. Pero los gobernadores también hicieron silencio.

El silencio de los gobernadores se comparó con el de la vicepresidenta Cristina Kirchner. El gobierno de Alberto Fernández le armó la foto a la ministra de Economía, Silvina Batakis, para mostrar respaldo político de los jefes provinciales del PJ al plan de equilibrio fiscal. Pero los mandatarios salieron del encuentro sin hacer declaraciones, con hermetismo, y el apoyo resultó tibio: se notó el nerviosismo por el inevitable ajuste de las transferencias provinciales.

“Alguno de los gobernadores comentaron que hay que pasar dos o tres meses difíciles y que luego podría empezar a encaminarse la cosa”, dijo a A24.com uno de los funcionarios que participó del encuentro, en el más absoluto hermetismo. Coinciden con los meses del pico de importación de gas por el invierno.

El apoyo fue sólo expresado por Twitter por el jefe del Gabinete, Juan Manzur, el nuevo “vocero” de los gobernadores. Demasiado poco: Según pudo saber A24.com, la “cuenta única” nacional que dispuso Batakis para ministerios, organismos y cajas del Estado nacional también alcanzará a las provincias. Y eso genera profundo nerviosismo en los ministros de Economía provinciales y sus mandatarios.

Sólo cinco gobernadores asistieron y nerviosismo

La asistencia fue escuálida. Solo asistieron cinco gobernadores, los de Buenos Aires, Axel Kicillof, de Catamarca, Raúl Jalil; de Tucumán, Osvaldo Jaldo; de Neuquén Omar Gutiérrez, y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. La ronda continuará este martes con Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Ricardo Quintela (La Rioja).

"Alberto ya no tiene el apoyo del kirchnerismo, todavía tiene el de los gobernadores, pero si lo pierde sólo le queda la CGT y los movimientos sociales", dramatizó un ministro de Economía provincial en diálogo con industriales.

Y allí se explica el temor a la “cuenta única”. Se trata de un sistema en el que el secretario de Hacienda, Martín Di Bella -un duro en el arte de “pisar” recursos- no enviará más dinero de lo que ingresa en el Tesoro. Sólo saldrá lo que entra. Varios gobernadores expresaron preocupación por los gastos que deberán recortar y los fondos que recibirán. Fue "el" tema.

El manual del gasto público del populismo, en crisis

El manual del gasto público del populismo indica que cada ministerio, organismo, provincia o ente tiene un presupuesto mensual. La Secretaría de Hacienda debe hacer el giro de las partidas de acuerdo a ese número. Si el dinero no está en la caja, ese déficit se cubre con la emisión monetaria y la inflación. Es lo que ahora quiere cambiar Batakis.

Si la partida es de 100 pesos y sólo ingresaron 80, el ente correspondiente tendrá que reducir el gasto. Y ese recorte podrían sufrirlo ahora las provincias que reciben giros mensuales de la Nación.

Los gobernadores eligieron no respaldar en público lo que significará para ellos la obligación de ajustarse el cinturón y tener que explicarlo en las provincias. Por ahí pasa el mayor conflicto con los gobernadores. "Imaginate que tiene que volver a la provincia a dar malas noticias", señalan en el oficialismo.

Alberto Fernández y Cristina Kirchner desviaron el foco de la atención

Las reuniones continuarán este martes y todos los mandatarios tendrán que escuchar las mismas noticias. Es por este contexto de pálidas que el presidente Alberto Fernández eligió despotricar contra los turistas que gastan con tarjeta en el exterior y culparlos de hacer subir el “dólar blue”, dos mercados que no tienen nada que ver. Sacó el foco de la atención del ajuste.

La vicepresidenta Cristina Kirchner eligió culpar de todos los males a la Corte Suprema por sus propias penurias judiciales en causas de corrupción. El acuerdo tácito entre ambos fue no hablar del ajuste y de Batakis.

Massa todavía se visualiza como un hombre de auxilio

En este contexto, volvió a surgir dentro del Frente de Todos la versión de que un sector del kirchnerismo y del ala de Sergio Massa, impulsan la idea de que el presidente de la Cámara de Diputados puede jugar un rol clave si vuelve a arreciar la crisis económica. Se difundió el fin de semana una encuesta que le daba a Massa un ascenso en un mes de 4 a 9 puntos su intención de voto.

Massa había sido el nombre que se barajó para ocupar la jefatura de Gabinete luego de la renuncia del ex ministro de Economía Martín Guzmán. Si la designación de Batakis no alcanzara para domar la crisis, Massa podría resurgir como opción de recambio.

“Hay presión del cristinismo para un cambio total de gabinete y el ingreso de Massa. Siguen esmerilando a Alberto Fernández y lo pondrían como una figura propia de ella y no por impulso del Frente Renovador”, señalaron fuentes oficiales a A24.com en un ministerio albertista.

Manzur se transformó en el vocero de los gobernadores silenciosos

La primera reunión de Batakis con los gobernadores, a los que frecuentó semanalmente como secretaria de Provincias del Ministerio del Interior hasta hace dos semanas, dejó un sabor a poco. La coordinó el jefe del Gabinete, Juan Manzur, que es el gobernador de Tucumán en uso de licencia y que ofició luego de vocero de sus ex pares.

La participación fue acotada a cinco gobernadores: el de Buenos Aires, Axel Kicillof, por mandato de Cristina Kirchner; de Catamarca, Raúl Jalil; el de Tucumán, Osvaldo Jaldo; el de Neuquén Omar Gutiérrez, y el de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. Esos mandatarios habían estado con el Presidente en el lanzamiento de 120 obras públicas.

También habían participado en forma virtual Rodolfo Suarez (Mendoza), Jorge Capitanich (Chaco) y Gustavo Sáenz (Salta). Estos últimos no estuvieron con Batakis. La ministra aseguró que la obra pública “no se va a frenar”. Pero el congelamiento de transferencias a las provincias estuvo en la mesa.

En su cuenta de Twitter, Manzur dijo que hubo “respaldo” de los gobernadores. "Mantuvimos una productiva reunión con @sbatakis y los gobernadores de Buenos Aires, Catamarca, Neuquén, Santiago del Estero y Tucumán, quienes manifestaron su apoyo a la ministra. El objetivo fue tomar nota de las prioridades de cada provincia para potenciar su desarrollo", escribió el jefe del Gabinete. La mención a las “prioridades” podría indicar que el gasto se seleccionará.

“Todos pudieron explicar la situación económica que atraviesan sus distritos y la ministra se puso a disposición para acompañar las distintas realidades en el contexto de una visión federal en la que viene trabajando desde hace varios años”, dijo Manzur. Durante este martes, la ronda de encuentros de Batakis continuará con los gobernadores Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Ricardo Quintela (La Rioja).

La culpa la tienen los turistas, según Alberto Fernández

El Gobierno sabe que, pese a la relativa calma de este lunes en los mercados, la situación es muy delicada y la falta de dólares es alarmante. Por eso, Alberto Fernández buscó culpables fuera de su gestión y apuntó contra “los turistas que compran dólares para viajar y hacen subir el dólar blue”.

También reconoció que el país atraviesa “momentos complejos” y que hay que “ajustar algunos números de las cuentas públicas”. Otra vez, el ajuste. Pero llamó la atención que vinculara dos mercados que nada tienen que ver entre sí: los turistas gastan dólares con la tarjeta de crédito al valor oficial y no viajan con el dólar paralelo.

La culpa la tiene la Corte, según Cristina Kirchner

Por su parte, la vicepresidenta Cristina Kirchner ocupó el centro de la escena para postear dos videos en su cuenta de Twitter con el título "De la Corte ejemplar a la Corte de los cuatro: breve crónica de la decadencia".

En ellos sentenció que "los argentinos y las argentinas deben saber que será muy difícil mejorar las condiciones de vida de todos y todas con esta Corte y con este modo de funcionamiento del Poder Judicial, en donde las condiciones de igualdad ante la Ley son letra muerta de la Constitución".

Cristina Kirchner, ahora no tendrá a quién echarle la culpa

La vicepresidenta dejó de ocuparse, por ahora, de las penurias económicas y de la falta de un plan de redistribución del ingreso. Eso era cuando estaba Martín Guzmán en Economía. En el kirchnerismo existe una creciente pregunta acerca de cómo reaccionará la vicepresidenta si a Batakis, a quien avaló, no le va bien y a quién podrá echarle la culpa.

La propia vicepresidenta también convalidó el sistema de “cuenta única nacional”, que ahora comienza a despertar preocupación en algunos ministerios y organismos liderados por La Cámpora porque obligará a todos a reducir gastos. La “mano dura” estará a cargo del secretario de Hacienda, Martín Di Bella, y con ella Batakis piensa reducir 600.000 millones de pesos que de otro modo engrosarían el déficit fiscal.

“No vamos a gastar más de lo que tenemos”, había anunciado Batakis al asumir el lunes 11 de julio, lo cual desató la preocupación de funcionarios kirchneristas puros y del dirigentes piqueteros como Juan Grabois, el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos.

Los funcionarios de La Campora controlan muchas “cajas” del Estado que representan el 70% del gasto público, empezando por la Anses, el PAMI, YPF, Aerolíneas Argentinas, Energía y el Ministerio del Interior, entre otras. La “cuenta única” de Batakis los obligaría a hacer algo que nunca hicieron: austeridad. La misma suerte correrían los gobernadores. Es el próximo desafío político de la ministra.

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