Casa Rosada

Sin definir estrategia electoral, Cristina Kirchner se impone como la única conductora del Frente de Todos

Ante una multitud convocada por la mayoría de sectores del peronismo y aliados del Frente de Todos, menos el presidente Alberto Fernández, Cristina hizo una demostración de fuerza y dejó abierta la posibilidad de una fórmula de unidad. Wado De Pedro y Sergio Massa juntos, la foto que más sobresalió.
Stella Gárnica
por Stella Gárnica |
Sin definir estrategia electoral, Cristina Kirchner se impone como la única conductora del Frente de Todos
Sin definir estrategia electoral, Cristina Kirchner se impone como la única conductora del Frente de Todos

Ante una Plaza de Mayo colmada de manifestantes, Cristina Kirchner cumplió este 25 de mayo, a 20 años de la llegada del kirchnerismo al poder, su primer objetivo político de cara a las próximas elecciones: hacer una demostración de fuerza para imponerse como la mayor "ordenadora" y "conductora" en el Frente de Todos para retener el poder de decisión a la hora de definir la estrategia electoral y las candidaturas de la alianza oficialista.

Cristina aglutinó a buena parte del peronismo, y solo faltaron Alberto Fernández, Daniel Scioli y algunos gobernadores y dirigentes de los denominados "gordos" de la CGT y dirigentes sociales críticos como Luis D'Elía.

Hasta algunos de los ministros más cercanos a Alberto Fernández participaron del acto y hablaron de "unidad", mientras el presidente miraba el acto por TV desde Chapadmalal.

Rodeada en un imponente escenario bajo una lluvia torrencial, la vicepresidenta habló más de una hora para defender los 12 años de kirchnerismo desde que Néstor Kirchner asumió el 25 de mayo de 2003, después de la crisis terminal de 2001, y cuestionar la gestión de Mauricio Macri a la Corte Suprema y al FMI.

Eso le sirvió para dejar varias señales que esperaban desde el kirchnerismo duro antes de decidir a qué candidato van a apoyar para la fórmula presidencial que competirá para suceder a Alberto Fernández cuando termine su mandato, en 7 meses, luego de que ella rechazara ser candidata a presidenta al denunciar persecución judicial por las causas por corrupción.

Aunque esta vez no negó ninguna posibilidad, ante repetidos cánticos que le reclamaban "Cristina Presidenta" y "una más, y no jodemos más", solo atinó a sonreír.

Pero las cámaras que filmaron todo el evento, organizado por La Cámpora, mostraban a Wado De Pedro y a Sergio Massa juntos, aplaudiéndola con sonrisas cómplices.

También Máximo Kirchner, quien se impuso como el operador principal de la vicepresidenta, que fue descripta por cada uno de los ministros y funcionarios nacionales, provinciales, intendentes, sindicalistas, dirigentes de movimientos sociales y de derechos humanos, como "la gran ordenadora" de la interna del Frente de Todos.

La foto que anticipó los posibles roles políticos y candidaturas en el armado que está pensando Cristina Kirchner de cara a las PASO del Frente de Todos. Foto kirchnerismo..jpg

Axel Kicillof, otro de los posibles candidatos a gobernador de Buenos Aires o a presidente, según un sector cercano a Máximo, fue ubicado al otro costado de Cristina, solo flanqueado por otros gobernadores como Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Raúl Jalil (La Rioja).

Otra señal de que por ahora Kicillof sigue siendo posible candidato a la reelección en el mayor distrito electoral del país, en el que el kirchnerismo pretende hacer pie ante una eventual derrota nacional.

A tal punto fue la demostración de fuerza que mostró con la multitud que le cantaba "Cristina Presidenta" bajo la lluvia, -desde la organización hablaban de unos 500 mil manifestantes- que hizo notar con más fuerza, la debilidad en que quedó el presidente Alberto Fernández, que no fue invitado a la fiesta k, pese a haber sido jefe de campaña y jefe de Gabinete y miembro fundador del kirchenrismo en 2003.

El presidente terminó su último Te Deum por el 25 de mayo como presidente, con un chocolate con funcionarios y periodistas en el Salón de los Bustos en la Casa Rosada, y una caminata hacia la Catedral acompañado por la mayoría de los ministros y posibles candidatos, que dejó un mensaje: Más allá de las diferencias irreconciliables con Cristina, hizo un llamado a la "unidad" para que no se rompa el peronismo ni el Frente de Todos.

Cristina esta vez le respondió la cortesía con un tímido elogio a la gestión de Alberto Fernández, al admitir que llegaron juntos en 2019 y que al menos "fue mejor gobierno que el de Mauricio Macri", a pesar de la pandemia y las crisis que debió afrontar como la sequía.

Pero más allá de las "fotos" con las que Cristina eligió enviar señales de cara a la interna, hizo énfasis, como había anticipado A24.com, en la necesidad de debatir un programa de gobierno para volver a convencer al electorado propio.

Al hablar del programa para consensuar como paso previo para definir la estrategia (si habrá PASO o lista de unidad) y los nombres de los candidatos, Cristina volvió a hablar de reformular el pacto democrático (impulsando reforma de la Corte Suprema de Justicia y todo el sistema judicial; dejar atrás y reformular todo el acuerdo con el FMI preparar un programa de gobierno basado en la "industrialización" del país para confrontar en las próximas elecciones con el modelo de dolarización opositor, de Javier Milei.

Un modelo de industrialización y redistribución de la riqueza para que los salarios vuelvan a representar el 51% del PBI, señaló en lo que pareció otra señal esta vez al ministro de Economía, Sergio Massa, que la escuchaba atento y aplaudía, mientras negocia un nuevo acuerdo con el FMI y no descarta anuncios de aumentos salariales en las próximas semanas.

Al finalizar el acto, Cristina se retiró si pasar por la Casa Rosada, como había llegado, bajo la lluvia, escoltada por su hijo Máximo Kirchner, sus nietos, y un pequeño grupo de colaboradores.

Cristina Kirchner habló por más de una hora en Plaza de Mayo. Foto kirchnerismo.jpg

Atrás charlando en una de las carpas de invitados a las puertas de la Casa Rosada, quedaron hablando todos los dirigentes que integran la denominada "Mesa de Ensenada", que integran dirigentes como Kicillof, Wado De Pedro, Andrés Larroque, Máximo Kirchner, Mario Secco, Martín Insaurralde y los sindicalistas de la CTA, Hugo Yasky y Omar Plaini.

Por la carpa vip que aglutinó a los más de 350 invitados, también pasaron los sindicalistas Pablo Moyano, y Roberto Baradel, pero no hubo nadie de los gordos de la CGT y los senadores k, Oscar Parrilli, Anabel Fernández Sagasti, Juliana Di Tullio y Oscar Mayans, los intendentes Alberto Descalzo, Mario Ishii y hasta el ex canciller Felipe Solá.

Por los movimientos sociales estuvieron otro declarado precandidato a presidente, por la UTEP, Juan Grabois, Emilio Pérsico del Movimiento Evita y Daniel Menéndez de Somos Barrios de Pie, estos últimos estuvieron hasta último momento apoyando la reelección de Alberto Fernández pero hoy sellaron su realineamiento a la vicepresidenta.

Los únicos representantes de la Casa Rosada más cercanos al presidente dieron el presente fueron el jefe de Gabinete, Agustín Rossi (posible candidato a presidente) que llegó junto a un grupo de militantes de su provincia, Santa Fe, pero no se subió al escenario. Y la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz y el de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.

Todos salieron a interpretar el "mensaje de unidad" lanzado por la vicepresidenta y se fueron con la idea de que "hay tiempo hasta el 24 de junio para anunciar candidaturas".