Su presidente, Luciano Laspina (Cambiemos) se encargó de no convocarla. Por eso, por más que el resto de las comisiones (energía, defensa de la competencia…) saquen el dictamen, el proyecto no va a estar en condiciones de aprobarse con la mayoría simple. Siempre va a seguir necesitando 2/3.
La sesión especial, convocada para las 11, se va a caer sola. Haya o no haya quórum.
Pero seguramente, la oposición va a volver a intentar tratar el tema en la sesión ordinaria. Está convocada para la tarde y se van a tratar las leyes de financiamiento productivo y la cédula escolar. Aunque tarifas no va a estar en agenda, la oposición puede pedir el cambio de temario. Para eso necesita también los 2/3. No los tiene.
Así el Gobierno puede respirar tranquilo dos semanas más.
¿Dos semanas? Claro, el Congreso no trabaja fin de semana largo. Así que el oficialismo va a tener 15 días para negociar una salida.
¿Y después? Fuentes parlamentarias explicaron que hasta que el Presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda no meta el proyecto en el temario no va a haber avances. Y es su potestad no meterlo nunca.
De todos modos, trascendió que el Gobierno presentará un proyecto "tapón" que actúe como freno para evitar una avanzada opositora. Prevé transparentar los costos de los servicios públicos, desglosando claramente qué parte de las tarifas son impuestos provinciales o municipales.
Ahora bien, si esta estrategia falla, y llega a haber algún sobresalto, siempre podrá apelar al veto presidencial.