Con el nuevo sistema, el Gobierno introduce un índice combinado que se actualizará trimestralmente y que toma como referencia dos variables centrales:
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RIPTE, el índice que mide la evolución de los salarios registrados.
Índice de Movilidad Previsional, definido por la Ley 27.260, que regula los incrementos trimestrales de jubilaciones, pensiones y asignaciones.
Ambos indicadores se integrarán para conformar una fórmula única, elaborada trimestralmente por la Dirección Nacional de Políticas de la Seguridad Social, organismo que será responsable de su publicación oficial.
Este cambio apunta a “acortar el rezago” que históricamente generaban los métodos de actualización anteriores, cuyos ajustes estaban siempre un paso atrás de la realidad inflacionaria del país.
A quiénes impacta el nuevo índice
Según la Disposición 29/2025, la modificación se aplicará exclusivamente a los trabajadores que finalicen su actividad laboral el 30 de noviembre de 2025 o que inicien su trámite jubilatorio desde el 1° de diciembre. Es decir, quienes ya estén jubilados no verán alterado su haber.
La medida no modifica de ninguna manera la fórmula de movilidad vigente, que continuará actualizando los haberes por inflación cada mes. Lo que cambia es el monto inicial con el que cada nuevo jubilado ingresa al sistema.
Este detalle técnico es fundamental: al mejorar esa base inicial, el sistema busca empezar el ciclo jubilatorio con un valor más representativo y justo.
Qué busca el Gobierno con la implementación del índice combinado
De acuerdo con el Ministerio de Capital Humano, el objetivo central del cambio es “mejorar la equidad y la transparencia del sistema previsional”. Desde hace años, especialistas apuntan que los haberes iniciales solían quedar desfasados frente a la evolución de los salarios reales, especialmente en períodos de alta inflación. Esto provocaba que, al momento de jubilarse, muchos trabajadores recibieran un ingreso de base muy inferior a su último sueldo o incluso al promedio actualizado de sus remuneraciones históricas.
El Gobierno sostiene que el nuevo índice permitirá “llevar los sueldos pasados a valores presentes”, evitando la erosión provocada por la inflación y otorgando mayor claridad al mecanismo que define el haber inicial.
En la práctica, esto significa que:
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Los salarios de años anteriores, que muchas veces perdían valor real, serán recalculados a valores actualizados.
El haber inicial reflejará mejor la trayectoria laboral del jubilado.
El sistema será más coherente con el comportamiento económico real, evitando que los aportantes ingresen al régimen con una base depreciada.
Cómo funcionará el nuevo cálculo
La fórmula combinará dos índices de actualización, que serán ponderados de manera técnica y serán publicados cada tres meses. Para elaborar este indicador se tomarán como referencia las disposiciones del Decreto 104/2021 y de la Resolución 3/2021, que establecen los parámetros para la elaboración de índices previsionales.
El mecanismo se aplicará sobre las remuneraciones históricas de cada trabajador, que serán actualizadas trimestre a trimestre. De esta forma, se buscará evitar diferencias abruptas entre las variaciones salariales reales y los ajustes jubilatorios.
El rol de la Dirección Nacional de Políticas de la Seguridad Social será clave, ya que deberá confeccionar el índice, verificar la consistencia técnica de los datos y publicarlo periódicamente en forma transparente.
Impacto esperado: quiénes podrían recibir un haber inicial más alto
El Gobierno anticipa que el impacto será especialmente significativo para aquellos trabajadores cuyos salarios hayan tenido períodos de estancamiento o hayan quedado rezagados frente a la inflación. En esos casos, el nuevo método podría significar un incremento importante en el haber inicial.
Esto se explica por un fenómeno conocido en economía previsional: cuando los salarios de referencia se actualizan con índices que no acompañan la inflación real, se genera un desfasaje que perjudica directamente la jubilación inicial. El nuevo índice apunta a reducir ese problema.
Aunque los técnicos del área no brindaron estimaciones concretas, especialistas del sistema previsional coinciden en que:
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Podrían verse beneficiados quienes hayan tenido salarios formales estables a lo largo de varios años.
Tendrán un impacto importante los trabajadores que hayan atravesado ciclos de alta inflación, como los registrados entre 2020 y 2024.
Se espera que haya un mayor equilibrio entre los haberes iniciales y los ingresos activos.
Qué pasa con quienes ya están jubilados
El Gobierno fue claro: la fórmula de movilidad mensual no se modifica. Es decir, quienes ya cobran una jubilación continuarán recibiendo aumentos mensuales por inflación, tal como establece la normativa vigente.
El cambio impacta solo en el tramo inicial: el primer mes de cobro de quienes acceden al sistema desde diciembre de 2025.
Este punto busca evitar confusiones, dado que cada cambio en materia previsional suele generar incertidumbre entre los beneficiarios actuales. La Administración Nacional de la Seguridad Social informó que no habrá alteraciones en los calendarios de pago ni en los incrementos programados.
El contexto: por qué era necesario revisar el cálculo inicial
Diversos estudios del sistema previsional argentino vienen advirtiendo desde hace años que uno de los mayores problemas estructurales es la pérdida real del haber inicial. Si bien los ajustes por movilidad permiten mantener cierto nivel de actualización mensual, el ingreso base suele quedar muy por debajo de la evolución de los salarios reales.
En un país con recurrentes episodios inflacionarios, las fórmulas de actualización trimestral o anual solían quedar rezagadas, generando lo que los especialistas denominan “devaluación de la historia salarial”.
Con este nuevo índice, el Gobierno intenta corregir esa distorsión. La actualización trimestral busca evitar que los trabajadores ingresen con valores atrasados al sistema, mejorando así no solo el haber inicial, sino también el monto futuro sobre el cual se aplicarán los aumentos mensuales.
ANSES y la implementación de la medida
La ANSES será la encargada de aplicar la nueva metodología en cada trámite jubilatorio. Según fuentes del organismo, el sistema informático deberá incorporar la fórmula para actualizar automáticamente las remuneraciones históricas de cada trabajador.
Además, se espera que en los próximos meses se publiquen guías técnicas y capacitaciones para los agentes previsionales, dado que el cambio impacta directamente en la tarea de verificación y cálculo de haberes.
El Gobierno también adelantó que se pondrán a disposición “simuladores de jubilación” actualizados, para que los trabajadores próximos a retirarse puedan estimar cuál será su haber inicial bajo el nuevo esquema.