Empresarios argentinos

Víctor Fera, dueño de Maxiconsumo y Marolio: "Es el momento de invertir, de producir, la Argentina va a despegar muy rápido"

Le da trabajo a casi 5 mil personas. Se considera "popular" y le delegó el negocio a hijos y sobrinos. Su crítica hacia los políticos y su mirada de la actualidad.
Darío D'Amore
por Darío D'Amore |
Víctor Fera, dueño de Maxiconsumo y Marolio: Es el momento de invertir, de producir, la Argentina va a despegar muy rápido

“Sigo yendo a la oficina, pero con menos obligaciones. Hoy mis empresas están manejadas por mis hijos y mis sobrinos. Se lo ganaron, se lo merecen, tienen capacidad suficiente”, dice a A24com, Víctor Fera, dueño de Marolio y Maxiconsumo.

“Empecé de bien abajo, nadie me regaló nada, para mí es un orgullo emplear a más de 3000 personas y que otras 2000, de manera indirecta, también vivan de nuestros emprendimientos”, agrega el hombre que tiene media docena de marcas, entre las que se encuentran Molto, Esencial, Santa Isabel, El Buda y Cavas San Julián.

-¿Cómo recuerda sus primeros pasos laborales?

-Teníamos necesidad y deseo de trabajar. Mi familia es inmigrante italiana. No teníamos nada. Hace 50 años empezamos yendo al mayorista, buscando precios, comprando de a 10 paquetes y revendiendo en nuestro almacén y luego en nuestro autoservicio. Mi padre era la cabeza, mi hermana y mi hermano, hoy fallecidos, y yo íbamos detrás de él, trabajando una gran cantidad de horas. Hace 36 años compramos Marolio y en 1993 fundamos Maxiconsumo. Me gusta decir que fue y es una empresa familiar.

-¿Le molesta que para muchos Marolio sea considerada segunda marca?

-Eso no existe. Existen las marcas, ni de primera ni de segunda. Fue difícil conseguir que las grandes multinacionales nos dejen competir, entrar a las góndolas. Lo conseguimos y me siento orgulloso de eso. Hoy tenemos más de 800 productos en todos los supermercados del país. Somos una familia de trabajo. Ando por la vida con el tapabocas y la gorra de Marolio. Muchos me cargan y yo les respondo; “Si te regalan una de Armani, te la ponés, para mí, Marolio es Armani”

Víctor es dueño y supervisa. Su hijo, Juan Nicolás, asumió como director de Marolio en 2010, en tanto, su hermano, Andrés, maneja el área comercial de las sucursales. Sus primos también son parte del organigrama: Diego, a cargo de las finanzas; Juan Manuel, en el departamento de Recursos Humanos; Romina, como arquitecta de los locales; y Melina y Mariela, en Comercio Exterior.

-¿Qué calificación le pone a Marolio?

- Marolio es como la cumbia, es popular. La canción de Marolio, el jingle, es la identificación de nosotros como pueblo. Tenemos variedad, calidad y precios accesibles.

-Usted nació en Morón, se crió en Laferrere, dejó los estudios secundarios para trabajar y edificó un imperio: 5000 familias viven directa o indirectamente de sus empresas, ¿Por qué cree que el país vivió una parábola inversa? Hace 50 usted no tenía nada y el país era próspero, hoy la historia se dio vuelta.

-Porque los políticos cuando ganan las elecciones piensan que llegaron y ya está. Es al revés, cuando te eligen tenés que trabajar más que nunca, pensar en el pueblo y entregar un país mejor del que recibiste, digno, floreciente. Acá piensan todo al revés. Los políticos deben saber que, en su mayoría, los eligieron porque no había otro, por descarte, casi nunca por capacidad. En los gobiernos, si sos sobresaliente, te sacan, buscan gente mediocre. Y no hablo de un político en especial, sino de todos. Mirá, por citar sólo un ejemplo, a mi Macri, me convirtió en peronista.

-¿Ningún presidente democrático zafó de la mediocridad que habla?

-Muy pocos. El caso de Néstor Kirchner, que dejó el país mejor que lo que lo encontró, Cristina, más o menos, Alfonsín se escapó, Menem tuvo una primera buena gestión y una segunda regular, De la Rúa y Macri nos dejaron en default y de Alberto mucho no se puede decir, vivimos en pandemia, con muchos gastos obligados, con muchos subsidios.

-¿Qué imagina para el futuro inmediato de la Argentina?

-Veo un país creciendo, gente invirtiendo, un país netamente exportador. Hoy el que no invierte, se equivoca. Somos baratos a nivel dólar, muchos de nuestros productos los demanda el mundo, el un buen momento para comprar maquinarias. Nosotros seguimos invirtiendo mucho en el campo, en tractores, en cosechas. Insisto es el momento de producir, si la pandemia nos da un respiro, vamos a despegar muy rápido.

-¿Le ofrecieron ser político?

-No, y no lo haría. Igual, ni me llaman. No quieren escuchar que les diga que lo que hacen está mal. Sin embargo, muchas cosas que expreso públicamente, después se terminan haciendo, por ejemplo, la Ley de Góndolas. ¿Escuchaste hablar de los amigos del campeón? Los políticos me conocen, les gusta que los aplaudas y yo no sé aplaudir.

-En la heladera de su casa, ¿hay Coca Cola o Manaos?

-Hay de todo, pero nosotros somos Manaos, nos representa, es argentina.

-¿Vive en un country?

-No, vivo en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, tengo las oficinas en Villa del Parque, sigo confiando en nuestro país. Sueño con una Argentina que crezca, que la gente sea feliz. Mi familia y yo estamos orgullosos de ser argentinos.

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