En su cuenta personal, el hijo de Jair Bolsonaro escribió marcando que fue un ministro del gobierno de Sánchez quien inició el conflicto: "Cuando un ministro español llamó a @JMilei drogadicto, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, debió reírse".
bolsonaro apoya a milei.jpg
Eduardo Bolsonaro, diputado brasileño e hijo del expresidente de ese país, totalmente a favor de Milei (Foto: cuenta de X de E. Bolsonaro).
Enseguida, comenzó a dejar bien aclarado su apoyo al presidente argentino: "Ahora que Milei ha dicho la verdad y que la esposa del presidente del Gobierno español está siendo investigada por tráfico de influencias y corrupción, Pedro Sánchez convoca al embajador argentino en España. Para usar una expresión muy argentina: es "el mismo rumor M..." .
El diputado también enumeró una serie de críticas al presidente del gobierno español: "Sin coherencia, sin moral para responsabilizar a Milei y confundiendo su vida privada con la soberanía de España y Argentina. Pedro Sánchez no está por encima de la ley española y España no es suya. Si no puede manejarlo, debería renunciar cuando estalló el escándalo".
Eduardo Bolsonaro concluyó su posteo de manera contundente: "Todo el apoyo a Milei".
eduardo bolsonaro con javier Milei.jpg
Eduardo Bolsonaro no dudó en colocarse del lado de Javier Milei en su discusión con Pedro Sánchez (Foto: gentileza El Intransigente).
Bolsonaro: contradicciones en dos mensajes de España
Para mostrar en parte lo que dice en su escrito, el diputado brasileño pegó dos artículos de la CNN. En el primero, la noticia en castellano habla sobre esta dosputa luego de que un ministro español acusara al presidente argentino de "haber ingerido sustancias", en referencia a los dichos del ministro de Transporte y diputado español, Oscar Puente.
Abajo, en portugués, muestra la supuesta contradicción del gobierno de Sánchez, al retirar a la embajadora en Buenos Aires. Bolsonaro marca que funcionarios del socialista Sánchez atacaron inicialmente al presidente argentino y cuando Milei respondió, el gobierno español retrucó con una medida diplomática presuntamente desproporcionada, porque puso las cuestiones "personales de Pedro Sánchez" al nivel de "cuestiones de Estado".