Un amigo fiel: Marcelo Polino comparte detalles del estado de Gasalla
Marcelo Polino, periodista y amigo cercano de Gasalla, ha sido uno de los pocos que ha estado al tanto de la evolución de la enfermedad del humorista. En una reciente entrevista en Noche Al Dente, el programa conducido por Fernando Dente en América TV, Polino brindó un emotivo testimonio que dejó en evidencia la gravedad de la situación.
"No lo veo tanto porque la verdad que después que salgo de ahí quedo mal. Hablo todas las semanas con Nieves y con su hermano Carlos. Estoy presente. La semana que viene voy a ir porque hace bastantes meses que no lo veo", explicó Polino con un tono que reflejaba la tristeza y la impotencia de ver a un amigo en estas circunstancias.
El impacto del alzheimer en la vida de Gasalla
La enfermedad de alzheimer es conocida por su impacto progresivo en la memoria y las capacidades cognitivas. Gasalla, quien en otro tiempo solía llenar teatros y hacer reír a millones con sus inolvidables personajes, ahora se encuentra en un estado de salud donde, según reveló Polino, "ya no nos conoce, está en su sillita de ruedas, ya no camina. No hay que invadirlo mucho. Hay que acompañarlo desde el lugar de la fe, más que nada, por la calidad de vida".
Estas palabras resonaron profundamente en los seguidores del actor, quienes aún recuerdan con cariño sus interpretaciones de personajes icónicos como La Abuela y otros roles que pusieron de manifiesto su agudo sentido del humor y capacidad actoral.
El vínculo inquebrantable entre amigos
Marcelo Polino recordó con nostalgia la relación cercana que compartía con Antonio Gasalla. "Lo que más extraño de Antonio, que por suerte ahora está muy cuidado, es que durante 15 o 18 años hablábamos todos los días por teléfono", confesó. Este tipo de amistades, tejidas a lo largo de tantos años y experiencias compartidas, dejan una marca difícil de borrar. Los años de conversaciones diarias y complicidad son ahora recuerdos que reconfortan, pero también duelen, especialmente al ver cómo la enfermedad ha cambiado la realidad de quien fuera uno de los referentes más brillantes del espectáculo argentino.
La lucha contra el tiempo y la enfermedad
El diagnóstico de alzheimer no solo impactó a Gasalla, sino también a su entorno familiar y de amistades. Su hermano Carlos y otros allegados han sido figuras de apoyo esenciales, brindando soporte emocional y físico al reconocido humorista. La enfermedad ha avanzado al punto en que Gasalla, un hombre que en otras épocas dominaba escenarios con su presencia, ahora depende de la asistencia constante y se encuentra en una etapa en la que el reconocimiento de sus seres queridos ha desaparecido casi por completo.
La importancia de la compañía y el respeto
Marcelo Polino subrayó un punto crucial en su relato: la necesidad de acompañar a Antonio Gasalla desde el respeto y la fe. "No hay que invadirlo mucho", señaló, una frase que resonó como un recordatorio de la importancia de tratar con dignidad a las personas en situaciones de vulnerabilidad. Este tipo de acompañamiento busca preservar la calidad de vida de Gasalla y mantener la serenidad en un entorno donde la enfermedad a menudo borra la memoria, pero no la esencia de la persona.
La situación de Antonio Gasalla es un reflejo de lo que muchas familias enfrentan cuando un ser querido padece alzheimer. La historia del actor, por ser tan conocida, se convierte en un vehículo para hablar de los desafíos, las dificultades y el inmenso amor que implica cuidar a alguien con esta enfermedad. Las palabras de Polino no solo mostraron la realidad de un amigo enfrentando la pérdida progresiva de alguien querido, sino que también destacaron la importancia del apoyo comunitario y familiar.
Un legado que perdura
A pesar de la difícil situación actual, la obra y el legado de Antonio Gasalla continúan vivos en la memoria colectiva. Sus aportes al mundo del entretenimiento siguen siendo recordados, desde sus sketches inolvidables hasta sus papeles en películas y programas de televisión. Su capacidad para hacer reír y reflexionar al mismo tiempo lo posicionó como un artista único y multifacético.
La historia de Antonio Gasalla es también una historia de resiliencia y humanidad, que nos recuerda la importancia de valorar y cuidar a nuestros seres queridos, más aún cuando enfrentan adversidades tan complejas como el alzheimer. La imagen del artista en una silla de ruedas es dolorosa para quienes lo conocieron en su esplendor, pero también es un llamado a la empatía y a la reflexión sobre el paso del tiempo y las luchas que trae consigo.