Con esta base se obtiene una masa sencilla, que luego se puede personalizar con especias como orégano, cúrcuma o pimentón.
Paso a paso de la preparación
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Unir los ingredientes secos: en un bol colocar la harina, la sal y las semillas. Mezclar bien.
Agregar los líquidos: incorporar el aceite de oliva y luego el agua de a poco, hasta lograr una masa homogénea y firme, que no se pegue en las manos.
Estirar la masa: con un palo de amasar, llevar la masa sobre una superficie enharinada y estirarla lo más fina posible. Cuanto más fina, más crocantes quedarán las crackers.
Cortar las piezas: con un cuchillo o cortapastas, dar forma a las galletitas. Se pueden hacer cuadradas, rectangulares o triangulares.
Hornear: disponerlas en una bandeja engrasada o con papel manteca y cocinar en horno precalentado a 180 °C durante unos 15 minutos, hasta que estén doradas.
Al sacarlas, conviene dejarlas enfriar sobre una rejilla para que mantengan su crocante.
Consejos para mejorar la receta
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Textura: si se busca una masa aún más crocante, se puede estirar muy fina y prolongar un par de minutos la cocción, cuidando que no se quemen.
Variedad de semillas: el uso de diferentes tipos no solo cambia el sabor, sino que también suma nutrientes como ácidos grasos, fibra y minerales.
Sabor extra: pincelar con un poco de aceite de oliva y espolvorear con hierbas secas antes de hornear aporta un toque distinto.
Conservación: una vez frías, guardar en un frasco hermético para mantenerlas crocantes por varios días.
Una opción práctica y saludable
Estas crackers caseras son ideales para tener siempre a mano. Funcionan como snack rápido, como acompañamiento de ensaladas o sopas, y también como base para canapés. Además, permiten aprovechar lo que haya en la despensa, ya que admiten variantes con avena, harina de garbanzo o incluso sin semillas.
En comparación con los productos de góndola, su principal ventaja es que están libres de aditivos y que uno puede controlar la cantidad de sal y grasa que llevan. Eso las convierte en una opción más saludable y equilibrada.
El valor de lo hecho en casa
La tendencia hacia lo casero sigue en crecimiento: muchas personas buscan volver a lo simple, cocinar en casa y elegir mejor lo que consumen. Preparar crackers no solo es económico, sino que también brinda la satisfacción de comer algo hecho con las propias manos.
Así, estas galletitas saladas caseras demuestran que la cocina saludable no tiene por qué ser complicada ni aburrida. Con pocos ingredientes y en apenas media hora, se puede tener listo un snack crocante, rico y adaptable a todos los gustos.