Mientras la carga de carne permanecía desparramada, vecinos que circulaban por la zona se acercaron y comenzaron a exigir que se les entregara la mercadería. Lo que empezó con comentarios y risas derivó en tensión, y agentes policiales montaron un operativo para resguardar la carga. Al resistirse algunos, los uniformados utilizaron balas de goma y gases contra los vecinos.
Prefectura y efectivos de seguridad mantenían la zona acordonada durante la tarde para evitar nuevos intentos de saqueo. La calle Cañadita Alegre y parte del Acceso Este permanecían cortados, lo que generó demoras en el tránsito en plena hora pico.