Con la llegada de días más calurosos, las cucarachas comienzan a aparecer con mayor frecuencia en los hogares. En ese marco, actuar con prevención resulta fundamental para controlar su proliferación y evitar la posible transmisión de enfermedades.
Con la llegada del calor, las cucarachas vuelven a aparecer en cocinas, baños y otros rincones del hogar. Bloquear sus posibles vías de ingreso son las claves para reducir su presencia y proteger la salud de quienes viven en la casa.
Con la llegada de días más calurosos, las cucarachas comienzan a aparecer con mayor frecuencia en los hogares. En ese marco, actuar con prevención resulta fundamental para controlar su proliferación y evitar la posible transmisión de enfermedades.
Al desplazarse por desagües, cañerías y restos de basura, estos insectos transportan bacterias, virus y parásitos capaces de causar diarreas, disentería, hepatitis A o cólera. Incluso, sus excrementos y mudas liberan alérgenos que agravan cuadros de asma y rinitis.
Entre las más comunes se encuentra la cucaracha alemana, de color amarillento y tamaño pequeño (13 a 15 milímetros). Se desplaza con rapidez, trepa superficies y se oculta en grietas, detrás de electrodomésticos o dentro de alacenas.
La cucaracha americana, más grande y de tono marrón rojizo, suele habitar sótanos y depósitos húmedos.
La cucaracha oriental, de color oscuro, prefiere lugares fríos y húmedos como desagües y sótanos. Todas buscan calor, humedad y restos de alimentos para sobrevivir.
La primera acción para limitar la presencia de cucarachas en el hogar consiste en bloquear sus posibles vías de ingreso: colocar mallas en rejillas y desagües, instalar burletes en puertas y ventanas, y sellar grietas o huecos en zócalos y paredes. También es importante revisar cañerías y respiraderos para impedir que estos insectos se desplacen desde otras viviendas.
Además, la limpieza diaria es fundamental para reducir su proliferación:
Evitar acumular platos sucios en la pileta de cocina.
Limpiar de inmediato derrames de comidas y bebidas, sobre todo si son azucaradas, grasosas o con almidón.
Guardar los alimentos en recipientes herméticos.
Mantener limpia la heladera, horno, microondas y tostadora, incluyendo debajo y detrás de estos electrodomésticos.
Retirar restos de comida de mascotas por la noche, ya que pueden atraer cucarachas.
Vaciar la basura con frecuencia y cerrar bien las bolsas.
Descartar periódicos, cajas u otros objetos viejos que puedan servir de escondite.
Mantener secas las áreas de almacenamiento y reparar pérdidas de agua, ya que la humedad favorece la aparición de estos insectos.
En edificios o consorcios, se recomienda coordinar acciones de limpieza y control entre vecinos, evitando que las cucarachas migren a través de cañerías y espacios compartidos.
Si la plaga ya está instalada, los cebos en gel son los más eficaces, ya que las cucarachas los ingieren y transportan el veneno al nido, afectando al resto de la colonia. No se recomienda aplicar aerosoles en los mismos puntos, porque podrían matar a los insectos antes de que propaguen el insecticida.
Por otro lado, las trampas adhesivas sirven para monitorear infestaciones pequeñas, mientras que los insecticidas líquidos deben aplicarse únicamente en refugios.