El momento también lo sorprendió por algo más: no había recordado la fecha. Y en lugar de culparse, lo interpretó como crecimiento. “La herida va cerrando”, escribió. Ya no vive desde la ausencia… sino desde la presencia. “Estás acá: en mis hijas, en mis recuerdos, en mi mujer, en la música, en el viento y en las mariposas blancas”.
Cuando terminó el pequeño homenaje, la mariposa se fue. “Ya me perdonaste el olvido”, escribió con humor y emoción. Y cerró con una pregunta terrenal, divertida y real como él: “¿Dónde dejaste la receta del vitel toné que nadie sabe hacer como vos?”.
La publicación estalló: más de 163 mil likes y miles de mensajes de seguidores, amigos y familiares que se entregaron a acompañarlo en este momento tan personal, tan crudo, tan humano.