Un raid delictivo que empezó minutos antes
La secuencia fatal no fue un accidente aislado, sino la consecuencia directa de una serie de robos cometidos minutos antes por una banda de al menos tres delincuentes. Los ladrones venían protagonizando un raid que incluyó:
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El robo de un Fiat Siena a un hombre identificado como Roberto M., en la zona de Tapiales.
El asalto a Brian E., a quien le sustrajeron un Peugeot 208 en la calle Agrelo y Culpina, a menos de diez cuadras del lugar del choque.
Y, según se investiga, un asalto a una carnicería ubicada en la esquina de Pedernera y Rivera, donde se llevaron dinero en efectivo antes de escapar en ambos vehículos.
Los delincuentes huyeron a toda velocidad en dirección a Villa Madero. El Fiat Siena iba adelante y el Peugeot 208 lo seguía como apoyo, manteniendo la misma velocidad y sin detenerse en ningún cruce.
La embestida mortal
Mientras la banda avanzaba sin freno, Lonzo y Rodríguez transitaban General Pintos rumbo a su domicilio. Estaban a apenas tres cuadras y media de llegar, cuando el raid delictivo se cruzó con su camino. El Fiat Siena, conducido por uno de los ladrones, impactó de lleno contra la moto.
En cuestión de segundos, la vida de la mujer se apagó. Rodríguez también cayó al asfalto, retorciéndose de dolor con múltiples lesiones y fracturas. Fue trasladado de urgencia al hospital, donde quedó internado.
El choque quedó registrado por la cámara de seguridad de una vivienda. Las imágenes muestran la violencia de la colisión: el cuerpo de Lonzo volando por el aire, la moto arrastrada varios metros y el Peugeot 208 siguiendo su camino sin disminuir la marcha. El video se volvió una pieza clave para reconstruir la secuencia.
Fuga y abandono de uno de los vehículos
Tras el impacto, los delincuentes no se detuvieron. El Fiat Siena continuó la huida algunos metros más hasta que, según testigos, se vio obligado a frenar debido a un desperfecto o por el daño sufrido en el choque. En esa misma esquina, descendieron los ocupantes y se subieron rápidamente al Peugeot 208, donde los esperaba el resto de la banda. Luego, siguieron la fuga hacia la zona de General Paz.
Uno de los vecinos que vio la escena aseguró que los ladrones no miraron hacia atrás ni por un segundo. Nadie les importó la mujer tirada en el suelo ni el hombre agonizando a metros de ella. “Iban como locos, no les importó nada, ni siquiera ver si habían matado a alguien”, relató un hombre que vive a pocos metros del cruce donde ocurrió todo.
Resonancia en el barrio y reclamo de seguridad
El homicidio generó un fuerte impacto en Villa Madero. Vecinos de la zona contaron que en las últimas semanas se habían registrado varios hechos violentos y que este episodio fue “el colmo”. Muchos reclamaron más presencia policial, especialmente en el corredor que conecta con la General Paz, por donde las bandas suelen escapar después de cometer robos.
“Vivimos con miedo. No podemos salir tranquilos, no sabemos cuándo te cruzás con alguien que viene escapando a los tiros o a los gritos”, dijo una comerciante que presenció el operativo policial posterior.
Una tragedia que no estuvo sola: el segundo homicidio en 24 horas
La muerte de Lonzo se suma a otro crimen registrado en el Conurbano apenas un día antes: Nazareno Tobías Isern, un joven de 21 años fue asesinado a balazos en la colectora sur de la autopista Riccheri, en el límite entre Ezeiza y Esteban Echeverría. Ambas muertes en tan poco tiempo intensificaron el debate sobre la inseguridad en el Gran Buenos Aires.
La investigación: ladrones prófugos y autos identificados
La causa quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 6 de La Matanza, a cargo del fiscal Juan Marcelo Diomede. Allí trabajan con los registros de cámaras, testimonios y el análisis de los vehículos abandonados para intentar identificar a los delincuentes.
Los dos autos robados -el Fiat Siena y el Peugeot 208- ya están bajo custodia policial. Se presume que la banda está integrada por al menos tres hombres, todos prófugos hasta el momento.
El dueño de la carnicería asaltada minutos antes reconoció los autos utilizados en el robo y cree que se trata de una banda que ya habría actuado en la zona en otras oportunidades.
El dolor de una familia destruida
Paola Lonzo vivía cerca del lugar donde perdió la vida. Tenía 47 años y trabajaba en la zona. Su pareja continúa internada, en estado reservado pero fuera de peligro. Familiares y amigos de la víctima llegaron al lugar horas después del hecho y no podían creer lo que había sucedido.
“Volvía a su casa. No estaba metida en nada raro. Solo tuvo la mala suerte de cruzarse con criminales que no les importó matar”, lamentó una vecina que conocía a la pareja desde hacía años.