Meroni era conocido por su habilidad técnica sobresaliente, su velocidad envidiable y su visión de juego. Su regate virtuoso dejaba perplejos a los defensores, mientras que su capacidad para encontrar compañeros de equipo con precisión lo convertía en un asistente clave en el campo. No pasó mucho tiempo antes de que sus habilidades capturaran la atención de la selección nacional de Italia, debutando en 1965.
Sin embargo, el destino tenía preparada una tragedia para Gigi Meroni. El fatídico día del 15 de octubre de 1967, mientras conducía su Alfa Romeo, se vio involucrado en un terrible accidente. Su vehículo chocó contra un tranvía en Turín, dejándolo gravemente herido. A pesar de ser trasladado rápidamente al hospital, las lesiones resultaron fatales y Meroni falleció a la temprana edad de 24 años.
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La muerte prematura de Gigi Meroni dejó un vacío en el mundo del fútbol italiano. Su talento y carisma lo habían convertido en una figura querida y admirada tanto por sus compañeros de equipo como por los aficionados. Su trágica historia se convirtió en una leyenda que perdura en la memoria colectiva del fútbol italiano.
A pesar de su corta carrera, Gigi Meroni dejó una huella imborrable en el fútbol. Sus habilidades excepcionales y su estilo de juego emocionante continúan siendo recordados como parte de la rica historia del deporte. Aunque su vida se vio truncada de manera trágica, su legado perdurará en el corazón de los fanáticos y en la eternidad del fútbol italiano.