RECETA

El bizcochuelo de calabaza que se volvió tendencia: fácil, húmedo y con ingredientes simples

Si estás buscando una variante diferente del bizcochuelo tradicional, esta versión con puré de calabaza se volvió furor por su textura suave y su sabor naturalmente dulce. Ideal para aprovechar verduras de estación sin complicarse en la cocina.

El bizcochuelo de calabaza que se volvió tendencia: fácil, húmedo y con ingredientes simples

La calabaza no solo sirve para sopas o purés salados. En los últimos años comenzó a ganar protagonismo también en la pastelería casera, especialmente en recetas que buscan sumar humedad y dulzor natural sin recurrir a grandes cantidades de azúcar o manteca. El bizcochuelo de calabaza es un ejemplo claro de esta tendencia: esponjoso, aromático y con un color dorado que lo hace aún más tentador.

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Se trata de una preparación sencilla que no requiere batidora eléctrica y que puede adaptarse a gustos personales, incorporando especias como canela o nuez moscada para un perfil más especiado, o dejando el sabor más neutro si se busca un bizcochuelo para acompañar con dulce de leche o crema.

Qué ingredientes lleva el bizcochuelo de calabaza

La clave del éxito de esta receta es usar puré de calabaza bien seco, es decir, sin exceso de agua para no alterar la consistencia de la masa. A partir de ahí, los ingredientes son muy similares a los de un bizcochuelo común:

  • 300 g de puré de calabaza cocida (al horno o al vapor, escurrida y pisada)

  • 2 huevos

  • 200 g de azúcar

  • 100 ml de aceite (de girasol o maíz)

  • 250 g de harina leudante (o harina común + 1 cucharadita de polvo de hornear)

  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

  • Opcional: 1 cucharadita de canela en polvo o ralladura de naranja

Paso a paso

  • Precalentar el horno a 180°C y engrasar un molde tipo budín o redondo.

  • En un bowl, mezclar los huevos con el azúcar hasta que estén bien integrados.

  • Agregar el aceite y la esencia de vainilla, batiendo suavemente con un batidor de mano o tenedor.

  • Incorporar el puré de calabaza y mezclar hasta lograr una crema homogénea.

  • Agregar la harina tamizada (con polvo de hornear si es necesario) y, si se desea, canela o ralladura.

  • Unir con movimientos envolventes, sin batir en exceso.

  • Volcar en el molde y hornear entre 35 y 40 minutos, o hasta que al insertar un palillo salga seco.

  • Dejar enfriar antes de desmoldar para evitar que se rompa.

Variantes y acompañamientos

Una de las ventajas de este bizcochuelo es su versatilidad. Se puede servir solo, espolvoreado con azúcar impalpable, o convertirlo en torta de cumpleaños con una cobertura de queso crema y miel. También combina muy bien con frutos secos como nueces o almendras picadas, que pueden añadirse a la masa para sumar textura.

Quienes prefieren un sabor más intenso pueden incorporar cacao en polvo y transformar la preparación en un bizcochuelo marmolado de calabaza y chocolate. Otra alternativa es reemplazar el aceite por manteca derretida si se prefiere un sabor más tradicional.

Una receta ideal para no desperdiciar

Este bizcochuelo es también una forma práctica de aprovechar restos de calabaza cocida que quedaron en la heladera. En lugar de convertirla en sopa, puede transformarse en un postre o merienda diferente que sorprende por su suavidad.

Con ingredientes económicos, pasos simples y un resultado que no falla, el bizcochuelo de calabaza se ganó su lugar en muchas cocinas. Perfecto para quienes disfrutan de lo casero, pero también para quienes buscan innovar sin complicarse.

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