Una amistad que nació en Europa y se fortaleció en la Selección
Paredes y Di María convivieron durante años en el Paris Saint-Germain y más tarde en la Juventus, forjando una relación que se solidificó en la Selección Argentina, especialmente durante el proceso que culminó con la Copa del Mundo en Qatar. Hoy, más allá de estar en clubes diferentes, sostienen una amistad que traspasa lo deportivo.
Hace apenas unas semanas se cruzaron dentro del campo por primera vez como rivales en el empate 1-1 entre Rosario Central y Boca en el Gigante de Arroyito. Aquella tarde, Di María convirtió un gol olímpico, y la picardía no faltó.
“Sabía que iba a venir una patada”, dijo el Fideo con humor tras el partido. “Dentro de la cancha no hay amigos”, agregó. Paredes devolvió elogios: “Jugar contra él fue raro, pero lo disfruté. Parte del gol es por su calidad”.
Mientras compiten por la clasificación, se permiten un respiro
Tanto Boca como Rosario Central están en plena pelea por clasificar a la Copa Libertadores 2025 a través de la tabla anual. El equipo de Di María llega en alza tras golear a Gimnasia —con gol suyo incluido— y lidera con 50 puntos y un partido menos. Boca, en cambio, perdió una gran oportunidad en Varela y quedó con 47 unidades, las mismas que Argentinos Juniors pero con peor diferencia de gol.
Sin embargo, ni siquiera ese contexto de presión impidió que ambos se tomaran un momento para frenar y disfrutar de lo que pocas veces pueden: un encuentro simple, lejos de los flashes, con sus familias como protagonistas.
No es un dato menor que, tiempo atrás, ambos confesaron que sueñan con compartir cuerpo técnico cuando se retiren. Si alguna vez lo logran, este tipo de encuentros probablemente se conviertan en anécdotas de vestuario.
Por ahora, siguen escribiendo su historia desde distintos frentes: uno con la azul y oro, el otro con la camiseta auriazul. Pero cuando hay helado para los chicos y charla para los grandes, ni la tabla anual puede interponerse.