Sin embargo, el entusiasmo por la llegada del billete se ve empañado por un desafío técnico significativo: la adaptación de los cajeros automáticos para aceptar el nuevo billete. Como ocurrió con el billete de $ 10.000 lanzado anteriormente, que aún no es aceptado universalmente por todos los cajeros automáticos, se espera que el proceso de adaptación lleve varios meses.
Según fuentes del Banco Central, se estima que los cajeros automáticos no estarán plenamente preparados para recibir el billete de $ 20.000 hasta enero del próximo año. Este retraso podría generar inconvenientes para los usuarios que necesiten depositar estos billetes, obligándolos a recurrir a las ventanillas de los bancos para realizar sus transacciones monetarias.
Ante esta situación, se aconseja a todos aquellos que obtengan el nuevo billete de $ 20.000 en octubre que, si necesitan depositarlo, lo cambien en las ventanillas bancarias hasta que los cajeros automáticos estén completamente adaptados. Esta medida busca evitar posibles inconvenientes y asegurar una transición fluida hacia la plena integración del nuevo billete en la economía cotidiana del país.