La irrupción de "El Gran Diluvio" en Netflix sorprendió a todos. En pocos días, esta película coreana alcanzó el número uno en más de 70 países.
Furor en Netflix por el drama coreano que acaba de estrenarse y es la película del momento. (Foto: Archivo)
"El Gran Diluvio" llegó al catálogo de Netflix el pasado 19 de diciembre y, contra todo pronóstico, desbancó a títulos que parecían intocables dentro del ranking global de la plataforma. Parecía improbable que una nueva película pudiera competir, en tan poco tiempo, con el rendimiento de sagas consolidadas y superproducciones recientes.
Sin embargo, la combinación de consumo compulsivo, recomendaciones automáticas y un boca a boca digital constante impulsó a esta producción surcoreana hasta lo más alto del top 10 en decenas de territorios, incluido España.
Desde las primeras horas tras su estreno, la película comenzó a escalar posiciones. En cuestión de días, El Gran Diluvio se transformó en un fenómeno viral que confirmó una tendencia ya conocida: cuando el catálogo coreano conecta con la audiencia global, el impacto resulta inmediato y difícil de frenar.
El éxito de las producciones surcoreanas no surgió de la nada. A finales de los años noventa, cineastas como Park Chan-wook y Bong Joon-ho consolidaron un lenguaje audiovisual propio que trascendió fronteras. Obras como Oldboy marcaron un antes y un después y sentaron las bases del fenómeno conocido como Hallyu, la llamada "ola coreana".
Con la expansión de las plataformas de streaming, ese interés se multiplicó. Netflix identificó pronto el potencial de estas historias y comenzó a invertir de forma sostenida en cine y series del país asiático. El punto de inflexión llegó con El juego del calamar, una serie que acumuló más de 600 millones de visualizaciones y cuyos episodios dominaron el ranking del contenido de habla no inglesa.
Ahora, El Gran Diluvio confirma que esa estrategia sigue vigente. La plataforma vuelve a conquistar a su audiencia con una historia de supervivencia, ciencia ficción y dilemas morales que se apoya tanto en el espectáculo como en el impacto emocional.
Según la sinopsis oficial de Netflix: "En el que podría ser el último día en la Tierra, una lucha de vida o muerte en un apartamento inundado pronto se convierte en la única esperanza de supervivencia de la humanidad".
El detonante de la historia se sitúa lejos de Corea del Sur. Un cometa impacta en la Antártida y provoca el deshielo acelerado de los casquetes polares. El nivel del mar sube de manera abrupta y transforma ciudades enteras en escenarios de caos. A partir de ese punto, El Gran Diluvio desarrolla una carrera contrarreloj donde cada decisión tiene consecuencias irreversibles.
Más allá del espectáculo visual, la película introduce preguntas incómodas sobre la conciencia digital, la ética tecnológica y los límites de la inteligencia artificial. Este enfoque se intensifica hacia el tramo final, con un giro narrativo que invita a la reflexión y que, según muchos espectadores, resulta imposible de ignorar una vez terminan los créditos.
Aunque el punto de partida responde a los códigos del cine de catástrofes, El Gran Diluvio evita quedarse en la superficie. El relato no se limita a mostrar edificios inundados o escenas de evacuación masiva. En su lugar, prioriza el conflicto humano y la relación entre madre e hijo, utilizando el desastre como catalizador emocional.
Los datos confirman el fenómeno. En su primera semana, El Gran Diluvio acumuló cerca de 28 millones de visualizaciones y se posicionó como la película de habla no inglesa más vista a nivel global. Además, lideró el top 10 en más de 70 países.
Aunque todavía no superó a algunas superproducciones anglosajonas en el ranking histórico, su rendimiento resulta especialmente llamativo por la rapidez con la que escaló posiciones.
Este comportamiento encaja con un patrón ya conocido en Netflix. Cuando una producción logra captar la atención en múltiples regiones al mismo tiempo, el algoritmo intensifica su visibilidad y acelera su difusión. El Gran Diluvio se benefició de este círculo virtuoso desde las primeras horas.