Una vez que regresó al doctor, le hicieron exámenes y después lo enviaron de urgencia al hospital. A partir de allí, le informaron finalmente que tenía cáncer de intestino e hígado en etapa cuatro, pero ya era muy tarde para tratarlo, puesto que las opciones de sobrevivir eran mínimas a esa altura, por lo que falleció dos meses después de su primera visita al médico.
Al enterarse de su deceso, la propia Amber indicó que "fue un shock, fue tan rápido. No veo a mi verdadero papá, así que Stu siempre estuvo ahí".
"Siempre estaba ahí para hablar cuando lo necesitaba. Ese es el tipo de persona que era, siempre ahí para ayudar a cualquiera que lo necesitara", sostuvo.