Esta película argentina con Benjamín Vicuña y Julieta Díaz emociona en Netflix. Un drama de redención, mentiras y un amor imposible.
Netflix: Benjamín Vicuña y Julieta Díaz brillan en la película romántica más vista del año.
"Corazón Delator" es la nueva producción argentina que se convirtió en fenómeno en Netflix por su emotiva historia que mezcla dolor, secretos y segundas oportunidades. Dirigida por Marcos Carnevale y protagonizada por Benjamín Vicuña y Julieta Díaz, la película ha escalado rápidamente entre los títulos más vistos de la plataforma.
El film logra conectar con el público desde el primer minuto gracias a un relato íntimo, cargado de emociones, y un elenco que sabe cómo contar una historia de amor atravesada por la tragedia.
Con apenas 89 minutos de duración, Corazón delator transita el terreno de los sentimientos profundos a través de una narrativa que apuesta al realismo social y al melodrama. Pero no solo se trata de una historia romántica, sino de una crítica sutil a la desigualdad social, a la ambición sin freno y a las decisiones que pueden cambiar no solo una vida, sino la de toda una comunidad.
El punto de partida de Corazón delator es un hecho trágico y transformador. Juan Manuel, interpretado por Vicuña, es un empresario del rubro de la construcción, exitoso, soltero y aparentemente sin mayores preocupaciones. Su vida da un giro inesperado cuando sufre una grave condición de salud y recibe un trasplante de corazón. El donante es Pedro, un obrero de bajos recursos, albañil y padre de familia, cuya muerte deja un vacío en su entorno.
La viuda de Pedro, Valeria, a quien da vida Julieta Díaz, es una mujer fuerte, trabajadora, y madre de un niño. A partir de ese cruce biológico invisible entre Juan Manuel y Pedro, las vidas de ambos mundos se entrelazan sin que los personajes estén al tanto de lo que realmente los une.
Impulsado por una necesidad inexplicable de conocer más sobre el origen del órgano que lo salvó, Juan Manuel decide investigar quién fue su donante. Descubre el nombre, rastrea su historia y termina acercándose al barrio humilde donde vivía Pedro. Pero no lo hace como empresario, sino haciéndose pasar por un hombre común, un trabajador más, uno más del barrio.
Allí conoce a Valeria y su hijo. Comienza a involucrarse con su entorno, con sus costumbres, con sus problemas cotidianos. Lo que inicia como una impostura se transforma en un vínculo sincero. Juan Manuel se enamora, se siente parte de esa comunidad y empieza a cuestionarse todo lo que ha construido en su vida anterior.
Uno de los puntos destacados de Corazón delator es su ambientación. La película fue filmada en Remedios de Escalada, más precisamente en el Parque Central Las Colonias, en el partido de Lanús. La elección del conurbano bonaerense como escenario no es casual. Refleja la decisión del director de mostrar una realidad cercana, reconocible, lejos de los sets artificiales y de las postales porteñas clásicas.
La cámara de Horacio Maira capta la intimidad de los espacios con sensibilidad, mientras que la dirección de arte de Graciela Fraguglia aporta autenticidad a cada rincón del barrio. El vestuario de Majo Fuertes y la música de Gerardo Gardelín cierran el círculo estético de una producción cuidada y emocionalmente potente.
Corazón delator no solo cuenta una historia de amor. También plantea preguntas profundas sobre la ética, la identidad y las oportunidades perdidas. ¿Cuánto vale una vida? ¿Qué hacemos con el regalo de una segunda oportunidad? ¿Podemos amar desde el engaño?
La película no da respuestas cerradas. Prefiere dejar que el espectador reflexione y saque sus propias conclusiones. En un contexto saturado de comedias ligeras y thrillers sin alma, esta producción argentina propone una experiencia distinta: mirar hacia adentro.
