Una vez dentro del grupo, el mecanismo se activa: perfiles falsos se presentan como expertos financieros o reclutadores de empresas internacionales. Prometen ingresos elevados en poco tiempo, mostrando supuestas ganancias o testimonios manipulados de otros miembros. El mensaje es siempre el mismo: con poca inversión podés lograr mucho.
Malware, enlaces trampa y el verdadero riesgo oculto
Otro recurso habitual en los grupos fraudulentos de WhatsApp es el uso de enlaces maliciosos. Estos links, que simulan ser accesos a plataformas financieras, encuestas laborales o formularios de contratación, redirigen al usuario a páginas fraudulentas. Algunas buscan que el usuario introduzca sus datos bancarios. Otras descargan automáticamente malware, un software malicioso que puede:
- Robar contraseñas y códigos de acceso
- Acceder a correos y aplicaciones de bancos
- Tomar el control del dispositivo
- Usar la información para extorsionar o chantajear
Así podés protegerte desde la configuración de WhatsApp
Una de las herramientas más efectivas para prevenir estos fraudes es ajustar la configuración de privacidad. WhatsApp permite decidir quién puede agregarte a un grupo. Para modificar esta opción:
- Abrí la app y accedé al menú de configuración.
- Ingresá en “Privacidad”.
- Tocá “Grupos”.
- Elegí entre “Todos”, “Mis contactos” o “Mis contactos, excepto…”.
La opción recomendada es “Mis contactos”. Así, solo personas que conocés podrán incluirte en un grupo. Aunque parezca una medida menor, puede evitarte muchos problemas.
La señal que indica cuándo debés salir de un grupo sospechoso
- Administradores desconocidos
- Insistencia para hacer transferencias
- Mensajes masivos con errores de redacción
- Enlaces que no coinciden con la temática del grupo
En caso de identificar alguna de estas señales, hacé lo siguiente:
- Salí del grupo lo antes posible.
- Reportalo a WhatsApp desde el menú de información del grupo.
- Eliminá mensajes, enlaces y bloqueá a los administradores.
El papel de las víctimas: cómo frenar la estafa colectiva
Una de las razones por las que estos grupos siguen funcionando es el silencio. Muchas víctimas sienten vergüenza por haber caído en el engaño y no denuncian. Pero visibilizar estos casos es fundamental. Al reportar los grupos, se reduce la probabilidad de que otros usuarios caigan en la misma trampa.
También es importante compartir la información con familiares y personas mayores, que suelen ser blanco habitual de este tipo de maniobras. La prevención es la mejor defensa ante un delito que se reinventa todo el tiempo.
Conclusión anticipada: la única inversión segura es la precaución
No hay fórmulas mágicas ni inversiones milagrosas. Si una propuesta suena demasiado buena, probablemente no sea real. Hoy más que nunca, estar informados y revisar la configuración de nuestras aplicaciones es clave para no caer en trampas digitales que pueden costarnos muy caro.