Regalar ropa interior de color rosa, una costumbre que se repite cada diciembre y sigue vigente en familias y amistades.
Regalar ropa interior de color rosa, una costumbre que se repite en Navidad.
Regalar una bombacha rosa para Navidad es una costumbre adoptada por familias y amistades en distintos puntos de Argentina y varios países de Sudamérica. Más que un simple regalo, esta prenda se ha convertido en un símbolo de amor, protección y buena energía para recibir el año que comienza.
La regla principal es clara: la bombacha debe ser regalada, nunca comprada por quien la va a usar, y se entrega entre mujeres cercanas, familiares o amigas, durante la cena de Nochebuena o en intercambios de regalos. Puede ser de cualquier estilo (vedetina, tanga o culote), mientras sea rosa en cualquiera de sus tonos.
Sobre cuándo estrenarla, existen dos versiones: algunas personas lo hacen el 25 de diciembre, vinculando el gesto a la fertilidad y la pareja; otras prefieren el 31 de diciembre, con la intención de comenzar el año con prosperidad y alejar la mala suerte. Las versiones más osadas incluso sugieren pedir un deseo al momento de estrenarla.
El origen exacto de esta tradición no está documentado, pero se ha mantenido viva a través de la transmisión oral y la repetición año tras año. Una teoría indica que comenzó como un ritual para desear prosperidad, buena suerte y fertilidad a las mujeres de la familia, especialmente a las solteras, y luego se fue extendiendo a otros parientes.
El rosa, derivado del rojo, refleja amor, ternura, dulzura, romanticismo y calma, y se asocia con la juventud, la alegría y la feminidad. Espiritualmente, simboliza tranquilidad, optimismo y energía positiva. Esta combinación de simbolismo emocional y ritual convierte a la bombacha rosa en un gesto cargado de afecto, superstición y buenos deseos.
Regalar y usar una bombacha rosa en Navidad es un rito que combina diversión, tradición y simbolismo, manteniéndose vigente de generación en generación.
