Antes de comenzar, los participantes completaron cuestionarios para evaluar su estado emocional, el uso habitual del teléfono y el nivel de deseo por el dispositivo. También se descartaron problemas de salud mental. Luego, se les realizó una resonancia magnética funcional (fMRI) para observar la actividad cerebral en reposo.
Tras las 72 horas de restricción, se repitió la resonancia. Durante la prueba, se les mostraron imágenes de objetos neutros (como barcos y flores), teléfonos encendidos y teléfonos apagados. Los resultados indicaron que ver imágenes de celulares activaba zonas del cerebro relacionadas con el antojo y la recompensa, lo cual reforzó la hipótesis del potencial adictivo de estos dispositivos.
A pesar de los cambios neurológicos, las evaluaciones psicológicas posteriores no detectaron variaciones en el estado de ánimo de los participantes. Es decir, aunque el uso limitado del celular no provocó malestar emocional, sí generó una respuesta medible a nivel cerebral.
Las áreas cerebrales que se activaron ante estímulos relacionados con el celular son similares a las que se encienden en casos de adicciones químicas, lo que plantea preguntas sobre la verdadera naturaleza del vínculo que muchas personas mantienen con su teléfono.
Aunque el término “adicción al smartphone” todavía genera debate en el ámbito científico, especialistas en salud mental advierten que el uso excesivo del celular puede desencadenar síntomas similares a los de otras adicciones. Lee Fernandes, terapeuta del centro británico UK Addiction Treatment Group (UKAT), dedicado a la rehabilitación de personas con dependencias, señaló que este tipo de comportamientos muchas veces pasan inadvertidos:
“Lo que comienza como un uso recreativo puede transformarse en horas de navegación sin control. Es como lo que ocurre con las drogas: un consumo ocasional puede volverse una dependencia”.
Según Fernandes, el fenómeno suele ser minimizado porque el uso del celular está socialmente aceptado y normalizado, incluso cuando se vuelve compulsivo.
Primeros pasos para reducir la dependencia con el celular
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Silenciá notificaciones innecesarias
Establecé horarios específicos sin pantalla
Dejá el celular fuera del dormitorio
Evitá revisar redes sociales como primer o último acto del día