Qué es el Tamiflú, el remedio que recomienda el Gobierno contra la "súper gripe" que llegó a la Argentina
Tras la aparición en Argentina de la variante subclado K de la gripe A (H3N2), el Ministerio de Salud destacó el Tamiflú como tratamiento para pacientes con factores de riesgo.
Tras la aparición en Argentina de la variante subclado K de la gripe A (H3N2), el Ministerio de Salud destacó el Tamiflú como tratamiento para pacientes con factores de riesgo
El Ministerio de Salud de la Nación, en las últimas horas, recomendó el uso del antiviral oseltamivir, conocido comercialmente como Tamiflú, en el marco de los primeros casos detectados de la influenza A H3N2 en Argentina, la variante bautizada como “supergripe”.
Según el comunicado oficial, este remedio “puede ser útil para reducir la duración de los síntomas y prevenir complicaciones en pacientes con factores de riesgo”, indicaron.
Desde la cartera sanitaria además explicaron que “el tratamiento es más eficaz si se inicia dentro de las primeras 48 horas desde el inicio de los síntomas” y que “su uso puede evaluarse incluso después de ese período en pacientes hospitalizados o con mayor vulnerabilidad”.
La indicación apunta principalmente a adultos mayores, niños pequeños, embarazadas y personas con enfermedades crónicas. Se enfatizó además que “el medicamento debe usarse únicamente bajo indicación médica y respetando la dosis prescrita, para evitar riesgos y resistencia viral”.
Por último, las autoridades remarcaron que “el Tamiflú no reemplaza la vacunación anual contra la gripe, que sigue siendo la principal medida de prevención”. Ante cualquier síntoma compatible con influenza, como fiebre, tos, congestión nasal o dolores musculares y de cabeza, se recomendó “consultar rápidamente al sistema de salud para evaluar la necesidad de iniciar el tratamiento”.
Qué es el Tamiflú, el antiviral que ayuda contra la "supergripe"
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El Tamiflú es un antiviral cuyo principio activo es el oseltamivir, utilizado para tratar y prevenir infecciones por los virus influenza A y B. Su acción consiste en bloquear la enzima que el virus necesita para multiplicarse, lo que ayuda a reducir la duración de los síntomas y disminuir el riesgo de complicaciones graves, especialmente en personas con mayor vulnerabilidad. Se administra por vía oral y es más eficaz cuando se toma lo antes posible después del inicio de los síntomas.
Este medicamento ganó relevancia a nivel mundial en 2009, durante la pandemia de influenza A H1N1, cuando se lo utilizó para controlar la propagación del virus y reducir hospitalizaciones.
Desde entonces, se mantuvo como una herramienta de referencia en temporadas de gripe y en brotes de cepas más agresivas, como la H3N2. Aunque generalmente es seguro, también puede causar efectos secundarios leves como náuseas, vómitos o dolor de cabeza. Por esa razón, siempre debe utilizarse bajo supervisión médica.
Evidencia científica sobre el Tamiflú
Estudios clínicos y revisiones sistemáticas demostraron que el Tamiflú puede acortar la duración de los síntomas en personas con gripe leve y, en los grupos de riesgo, reduce significativamente la probabilidad de complicaciones como neumonía, hospitalización y problemas respiratorios graves.
Incluso en pacientes hospitalizados, el inicio del tratamiento puede mejorar la evolución clínica y disminuir la mortalidad. La evidencia también confirma que su uso racional bajo indicación médica mantiene su eficacia y minimiza el riesgo de resistencia viral.