Lejos de los sets de rodaje, Clara encontró su propio escenario en el arte de la cerámica. Junto a su mamá, lleva adelante un emprendimiento creativo donde diseñan y producen vajilla y piezas decorativas hechas a mano.
Este espacio de creación, íntimo y compartido, refleja un costado artístico que claramente heredó de su familia, pero canalizado en un universo muy diferente al de la actuación. La pasión por el detalle, la sensibilidad estética y la conexión entre madre e hija hicieron de este emprendimiento mucho más que un trabajo: es un proyecto de vida.
El anuncio del embarazo del Chino no solo despertó ternura entre los fans y colegas del actor: también impactó de lleno en la intimidad familiar. Ricardo Darín reveló en una entrevista que el momento en que su hijo le dio la noticia fue “emocionante y muy íntimo”, mientras que Florencia compartió públicamente su felicidad con mensajes cargados de emoción en redes.
En medio de ese torbellino de alegría, Clara se prepara para asumir un nuevo rol en su vida: ser tía por primera vez. Aunque no suele mostrarse en público, todo indica que ocupará un lugar clave dentro del círculo más cercano cuando llegue el bebé.
A pesar de su apellido, Clara decidió mantenerse lejos de los focos y de las alfombras rojas. Sus apariciones en público son mínimas y, cuando ocurren, suelen estar ligadas a acompañar a su familia en momentos importantes. Nunca buscó ser parte del show: eligió ser espectadora, y desde ese lugar construyó un camino sólido y silencioso.