La situación se tornó aún más tensa cuando Jimena compartió públicamente un correo electrónico que recibió de su exmarido. En el mensaje, Willy Rizzo fue terminante: “De ahora en adelante, si querés hablar con los niños, será en la comisaría de la policía del 8º distrito. Me niego a contestar tus mensajes insultantes directamente. No hay ninguna posibilidad de que veas a los niños de otra manera”.
Estas palabras sellaron lo que la modelo considera un muro imposible de atravesar. Dolida, Jimena replicó en inglés y dejó en claro la magnitud del dolor que atraviesa: “ ¿Ahora tengo que ver a mis hijos a través de la policía? Yo soy su madre, necesitamos abrazarnos y besarnos. Los secuestrás, los ocultás y ahora me decís esto”.
De perfil reservado y con una carrera que la llevó de las pasarelas a la fotografía y el yoga, Jimena rara vez expuso su vida privada. Incluso en 2021 su nombre sonó en medio del escándalo conocido como el Wandagate, cuando se la mencionó como tercera en discordia en la crisis entre Zaira Nara y Jakob Von Plessen.
Hoy, lejos del ruido mediático, su batalla es otra: la de una madre que exige ser escuchada. El glamour quedó en el pasado. Lo que queda es un drama humano y familiar que ahora también involucra a la Justicia francesa.
Jimena Buttigliengo lucha por recuperar el vínculo con Willy Andrea y Lynda Rose. Desde Ibiza, utiliza sus redes como altavoz de un reclamo que conmueve: volver a abrazar a sus hijos.