No se trata de magia ni de superstición: es probabilidad pura. Según explican, el error más común de los apostadores es elegir los números de forma emocional —fechas de cumpleaños, aniversarios o combinaciones “bonitas”—, mientras que el algoritmo se basa en frialdad matemática.
Los investigadores bautizaron su hallazgo como la fórmula del sesgo oculto, una estructura que mezcla tres conceptos:
Frecuencia de aparición (cuántas veces salió cada número en los últimos 50 sorteos).
Intervalo de reposición (cada cuántos sorteos suele repetirse).
Distribución par/impar (una relación que, curiosamente, se mantiene bastante estable a lo largo del tiempo).
Combinando estos tres ejes, obtuvieron una ecuación sencilla que aplicaron a los sorteos reales. En al menos cinco pruebas históricas, una combinación calculada mediante esta fórmula habría ganado premios importantes o quedado a un número de hacerlo.
La fórmula: De acuerdo con los datos publicados en un informe filtrado a medios locales, la ecuación básica sería la siguiente: F = [(Nf / 50) + (1 / Ir) + (Pe / 10)] × 100
Nf es la frecuencia del número en los últimos 50 sorteos,
Ir es el intervalo promedio entre apariciones,
Pe es la proporción de pares respecto a impares en el historial del sorteo.
Los números con puntaje más alto en esa fórmula son los que —según el modelo— tienen más chances de ser elegidos en próximas rondas.
“Ganar sigue siendo muy difícil, pero esto no es azar puro”, explicó un analista consultado que pidió mantener el anonimato. “El sorteo tiene un comportamiento estadístico y, aunque sigue siendo impredecible en esencia, hay tendencias que se repiten. La clave está en detectarlas antes que los demás.”
De hecho, este tipo de modelos no son nuevos: se aplican desde hace años en estudios de Big Data para analizar sorteos de loterías internacionales. Lo novedoso es que ahora se ha adaptado específicamente al Kini 6 argentino, con un enfoque local.
Pese a la euforia, los expertos aclaran que ninguna fórmula garantiza el éxito absoluto. El azar sigue mandando. Sin embargo, la publicación de esta teoría reavivó el interés y multiplicó las apuestas en los últimos sorteos.