El arroz con pollo es un clásico de la cocina casera y se destaca por ser práctico, rendidor y lleno de sabor. Esta receta fácil y rápida es ideal para resolver almuerzos o cenas sin complicarse.
El arroz con pollo es uno de esos platos que nunca fallan. Es económico, fácil de preparar, muy rendidor y, sobre todo, delicioso. Con ingredientes simples que suelen estar en cualquier cocina, esta receta es perfecta para resolver una comida sin necesidad de invertir mucho tiempo ni esfuerzo.
Además, es un plato muy versátil: se puede adaptar a lo que haya disponible en la heladera, sumar más verduras o incluso cambiar el tipo de arroz según el gusto o lo que se tenga en casa. Lo mejor es que en menos de una hora se puede tener un almuerzo o una cena lista para compartir en familia.
2 pechugas de pollo o 4 presas de pollo
1 taza de arroz
1 cebolla
1 morrón (rojo o verde)
1 zanahoria
1 diente de ajo
3 tazas de caldo (de pollo o de verduras)
2 cucharadas de aceite
Sal, pimienta y condimentos a gusto (puede ser orégano, pimentón, laurel)
Estos son los ingredientes básicos, pero se pueden sumar arvejas, choclo, aceitunas o lo que más te guste para personalizar la receta.
Preparar las verduras. Pelar y picar la cebolla, el morrón, la zanahoria y el ajo. Cuanto más chico se piquen, más rápido se cocinarán.
Dorar el pollo. En una olla o sartén grande, calentar las dos cucharadas de aceite y dorar las presas de pollo de ambos lados. Si se usan pechugas, se pueden cortar en cubos para que se cocinen más rápido. Retirar y reservar.
Saltear las verduras. En la misma olla, agregar la cebolla, el morrón, la zanahoria y el ajo. Saltear durante unos minutos hasta que estén apenas tiernos.
Incorporar el arroz. Agregar la taza de arroz y mezclar bien con las verduras para que los granos se impregnen con el sabor.
Sumar el caldo y el pollo. Volver a colocar el pollo en la olla y agregar las tres tazas de caldo caliente. Condimentar con sal, pimienta, orégano, pimentón y una hoja de laurel si se desea. Mezclar todo.
Cocinar. Tapar la olla y cocinar a fuego medio durante aproximadamente 20 a 25 minutos, hasta que el arroz esté tierno y el líquido se haya absorbido casi por completo. Si hace falta, se puede agregar un poco más de caldo caliente durante la cocción.
Reposar. Una vez listo, apagar el fuego y dejar reposar tapado por unos minutos para que los sabores se asienten.
Si querés que el arroz quede más cremoso, podés agregar una cucharadita de manteca al final de la cocción.
Para un sabor más intenso, podés reemplazar parte del caldo por puré de tomates o salsa de tomate.
Si te gustan las arvejas o el choclo, sumalos en los últimos minutos de cocción para que mantengan su color y textura.
Este plato se puede recalentar sin problemas y es ideal para llevar en viandas.
El arroz con pollo es un clásico que se adapta a cualquier cocina. Es fácil, rápido y muy rendidor, ideal para cuando se busca una comida casera sin pasar horas cocinando. Con ingredientes básicos y un paso a paso simple, esta receta es una de las mejores opciones para resolver un almuerzo o una cena de forma práctica y con mucho sabor. Además, permite variar y sumar los ingredientes que más te gusten, lo que la convierte en una opción flexible para cualquier día de la semana.
