Ni "La odisea de los giles" ni "El secreto de sus ojos" en Netflix: Ricardo Darín causa furor con esta película que explora la amistad, la muerte y el amor incondicional.
Si amás a Ricardo Darín en Netflix, esta es la película que te falta ver y está arrasando.
La película "Truman" con Ricardo Darín se ha convertido en una joya silenciosa del cine argentino y español. Mientras "La odisea de los giles" y "El secreto de sus ojos" se mantienen en el Top 10 de Netflix, esta historia logra lo que pocas: conmover hasta lo más profundo con una interpretación sublime y una narrativa que abraza la vida, la amistad y la despedida.
Protagonizada por Darín, en uno de los papeles más íntimos de su carrera, y Javier Cámara, el film retrata el reencuentro de dos viejos amigos en un momento crucial de sus vidas. Lo que prometen ser unos días tranquilos, se transforman en una despedida emotiva, llena de humor, sensibilidad y momentos inolvidables.
La trama de la película Truman con Ricardo Darín se centra en Julián, un actor argentino residente en Madrid que enfrenta una enfermedad terminal. Ante el inminente final, decide suspender su tratamiento de quimioterapia. Pero lo que más le preocupa no es su propia muerte, sino el destino de Truman, su perro labrador.
Tomás, su mejor amigo desde la infancia y radicado en Canadá, llega de sorpresa para acompañarlo. Durante esos cuatro días juntos, recorren recuerdos, ciudades, personas y silencios. Entre ambos se reconstruye una amistad sin fisuras, forjada en la complicidad y el cariño.
Durante esos escasos cuatro días, Julián y Tomás visitan lugares importantes, enfrentan decisiones difíciles y reviven vínculos afectivos. Julián busca despedirse de su hijo, que vive en Ámsterdam, aunque no todos los encuentros se concretan. También ve a su prima Paula, interpretada por Dolores Fonzi, quien ha sido un sostén emocional constante.
La fuerza de Truman reside en su capacidad de narrar una historia dura sin caer en golpes bajos. No hay discursos grandilocuentes, ni lágrimas exageradas. Solo dos amigos compartiendo momentos simples, sabiendo que son los últimos. El guion, escrito por Cesc Gay, también director de la cinta, apuesta por la honestidad emocional.
Con recursos mínimos y sin música lacrimógena, la película logra emocionar gracias al trabajo actoral y a los pequeños detalles cotidianos. Una conversación, una mirada, un silencio en el auto, una visita al veterinario, un intento de comprar un ataúd: todo suma sin necesidad de artificios.
Ricardo Darín, en la piel de Julián, ofrece una de las actuaciones más contenidas y profundas de su carrera. Su expresión transmite más que cualquier diálogo. Javier Cámara, como Tomás, equilibra con humanidad y humor una historia que fácilmente podría haberse vuelto sombría.
La película invita a una profunda reflexión sobre cómo nos enfrentamos a la muerte, pero sobre todo, cómo queremos vivir los últimos días. En ese sentido, Truman es también una historia sobre el presente.
El personaje de Truman, un perro leal, es mucho más que un simple animal de compañía. Representa el vínculo más puro que le queda a Julián. Su presencia es constante, como un testigo silencioso de lo que ocurre. El intento de buscarle un nuevo hogar es el hilo conductor de la historia, y al mismo tiempo el reflejo del miedo de Julián a dejar asuntos sin resolver.
La película no cae en el sentimentalismo fácil respecto al perro. Por el contrario, su rol es tratado con dignidad y realismo. Incluso en los momentos más emotivos, como cuando visitan a posibles adoptantes, la historia se mantiene sobria y fiel a su tono íntimo.
Truman se encuentra actualmente en el catálogo de Disney Plus, disponible para todos los suscriptores. En un contexto donde muchas plataformas apuestan por producciones ruidosas y efectos visuales, esta película representa una apuesta por el cine intimista y humano.
Su inclusión en el catálogo de Disney Plus demuestra que todavía hay espacio para el cine que emociona desde la honestidad. Es una invitación a detenerse, mirar hacia adentro y valorar los vínculos que nos sostienen.
La grandeza de Truman radica en mostrar que no hacen falta palabras grandilocuentes para contar una historia inolvidable. Ricardo Darín lo demuestra con un personaje entrañable, que deja una marca emocional duradera.