La mujer estaba virtualmente desangrándose: tenía amputado el antebrazo derecho y graves lesiones en la mano izquierda y en el estómago. Pero lo único que repetía era: "No me saquen a los perros".
"Le faltaba el antebrazo y una mano estaba desgarrada", afirmó el comisario inspector Diego Cambronero, jefe departamental, a El Doce TV.
La mujer vive sola y es una docente jubilada, de 66 años. Según los primeros informes, dos de sus perros empezaron a pelearse y cuando ella los quiso separar sufrió las mordeduras de uno de ellos.
"La mujer está bien, pero tiene una enorme lesión en el brazo derecho desde el codo hacia abajo con pérdida de la mano, del músculo y el hueso expuesto", dijo Enrique Nicolás Fernández, director del sanatorio.
Al parecer, la mujer y los animales vivían en condiciones lamentables.
Paola Rodríguez, proteccionista, estuvo en el lugar y dijo a Canal 10 de Córdoba que el panorama era "el peor: los animales no tenían agua ni comida, estaban arriba de sus heces y de su orina, no tenían luz ni aire y ella (por la mujer) vivía en el mismo lugar".