Higiene del hogar

Truco para desinfectar la escoba de bacterias y limpiar mejor

Aunque suele pasarse por alto, la escoba también necesita una rutina de higiene. Si no se limpia con frecuencia, puede acumular suciedad y convertirse en un foco de bacterias que se esparcen por el hogar.

Redacción A24
por Redacción A24 |
Desinfectar la escoba con regularidad evita la acumulación de bacterias y mejora la eficacia a la hora de mantener el hogar en condiciones.Preguntar a ChatGPT

Desinfectar la escoba con regularidad evita la acumulación de bacterias y mejora la eficacia a la hora de mantener el hogar en condiciones.Preguntar a ChatGPT

Aunque forma parte de la rutina diaria de limpieza, la escoba muchas veces no recibe el mantenimiento que necesita. Con el tiempo, sus cerdas acumulan polvo, cabellos, residuos y otros restos que no solo afectan su rendimiento, sino que también pueden convertirse en un foco de bacterias y malos olores.

Una escoba sucia pierde efectividad y puede terminar distribuyendo la suciedad en lugar de eliminarla. Por eso, desinfectarla de forma periódica es clave para asegurar una limpieza real y mantener un ambiente más saludable en el hogar.

Qué se necesita para desinfectar la escoba

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No hace falta recurrir a productos caros o difíciles de conseguir. Con algunos elementos básicos del hogar se puede hacer una limpieza profunda y desinfectante:

  • Agua caliente

  • Jabón líquido o detergente suave

  • Vinagre blanco

  • Recipiente amplio para sumergir la escoba

  • Cepillo de cerdas suaves o cepillo de dientes viejo

  • Guantes de limpieza (opcional)

  • Trapo limpio o toalla para secar

Paso a paso, cómo desinfectar correctamente la escoba

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Eliminar restos visibles: antes de comenzar con la desinfección, conviene quitar a mano (preferentemente con guantes) los cabellos, pelusas o restos de suciedad que estén atrapados en las cerdas.

Preparar una solución limpiadora: en un recipiente grande, mezclar agua caliente con unas gotas de detergente o jabón líquido. Agregar una taza de vinagre blanco. Esta combinación ayuda a aflojar la suciedad acumulada y elimina bacterias de forma natural.

Dejar la escoba en remojo: sumergir las cerdas completamente en la mezcla y dejar actuar entre 10 y 15 minutos. Durante ese tiempo, el vinagre y el jabón actúan sobre los restos adheridos y neutralizan los olores.

Frotar para desprender la suciedad: con un cepillo de cerdas suaves o un cepillo de dientes viejo, frotar las cerdas de la escoba. Prestar especial atención a las zonas donde más residuos suelen quedar atrapados.

Enjuagar con agua limpia: una vez terminada la limpieza, enjuagar bien la escoba para eliminar cualquier resto de jabón o vinagre. Es importante que el agua corra entre las cerdas hasta que no quede ningún residuo.

Secar al aire libre: dejar la escoba secar completamente antes de guardarla. Lo ideal es colgarla o dejarla con las cerdas hacia abajo para evitar que acumulen humedad.

Desinfectar la escoba de forma regular permite mejorar su rendimiento, prolongar su vida útil y evitar que se convierta en un medio de propagación de gérmenes. Una limpieza sencilla que marca la diferencia.

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