Molly Grant, actriz y testigo presencial, relató al diario Los Angeles Times cómo todos los presentes se volvieron hacia la mujer en cuestión después del inesperado suceso. Según Grant, la mujer respiraba con dificultad y su pareja la observaba sonriente, aparentemente en un esfuerzo por no avergonzarla. La actriz describió la escena como "bastante hermosa".
Otro testigo del acontecimiento fue Magnus Fiennes, compositor británico y hermano del actor Ralph Fiennes, quien tuiteó: "Una mujer en la audiencia tuvo un orgasmo fuerte y de cuerpo completo durante el segundo movimiento de la quinta... La banda continuó cortésmente". A pesar de que algunos usuarios de las redes sociales expresaron sus dudas sobre el incidente, Fiennes afirmó categóricamente que "absolutamente sucedió" y defendió su testimonio asegurando haber evaluado todos los escenarios posibles.
A medida que las publicaciones se multiplicaban, algunos espectadores especularon sobre la posibilidad de que la mujer estuviera experimentando una emergencia médica. Sin embargo, Fiennes y otros testigos afirmaron que su comportamiento posterior al evento indicaba claramente que había experimentado un momento de pura alegría física.
La periodista Jocelyn Silver también compartió su versión en Twitter, basándose en la información proporcionada por amigos que asistieron al concierto. Según ellos, la intensidad del orgasmo fue tal que incluso la orquesta se detuvo momentáneamente. Silver concluyó su mensaje afirmando que "algunas personas realmente saben cómo vivir".
La pianista clásica Sharon Su corroboró el incidente a través de su cuenta de Twitter, al verificar con una fuente cercana a la Filarmónica de Los Ángeles. Según Su, el incidente fue real, aunque la orquesta continuó tocando sin interrupciones.
La prensa musical también se hizo eco de este inusual suceso. El diario Los Angeles Times describió la sinfonía de Tchaikovsky como una composición que eleva el sentimentalismo al alto romanticismo, destacando el memorable solo de trompeta y los atractivos solos de viento-madera presentes en el segundo movimiento.
El agente musical Lukas Burton, en una entrevista para el periódico, describió el gemido de la mujer como "maravillosamente sincronizado" con el "oleaje romántico" de la actuación. Según Burton, aunque resultaba difícil precisar lo que había sucedido exactamente, el sonido parecía expresar una pura alegría física. Calificó la reacción de la mujer como "encantadora y refrescante", y mencionó que fue acompañada por un grito ahogado de la audiencia, cuya interpretación general fue que la mujer había sido transportada por la música de manera excepcional.
Aunque el incidente generó diversas reacciones y especulaciones, lo cierto es que aquel momento de éxtasis vivido por la mujer en medio de la sinfonía de Tchaikovsky quedará como una experiencia única y memorable en el mundo de la música clásica.
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