Sin embargo, se conoció una triste noticia que deja este accidente: las autoridades confirmaron la desaparición de algunas mascotas que se encontraban en la bodega de equipaje y no fueron encontradas.
El aparato, con 136 pasajeros y siete tripulantes, quedó flotando en el río ya que no había mucha profundidad, y un total de 21 personas fueron trasladadas luego al hospital local para ser atendidas por sus heridas, aunque todas estaban fuera de peligro.
El capitán Michael Connor, comandante de la Estación Aérea Naval de Jacksonville, dijo en una conferencia de prensa a primera hora del sábado que era un "milagro" que no haya habido más lesiones graves ni muertes.
Las autoridades trataron de controlar el combustible que caía en las aguas del río Saint Johns, según medios locales citados por la agencia EFE.
La pasajera Cheryl Bormann relató a la cadena CNN el "terrible" momento que pasó cuando la aeronave se despistó del aeropuerto de Jacksonville.
"El avión literalmente golpeó el suelo y rebotó. Estaba claro que el piloto no tenía el control de la aeronave. Nosotros después estábamos en el agua, pero no podíamos saber si era dentro de un río o de un océano", señaló.
Las autoridades federales de seguridad del transporte abrieron una investigación sobre las causas del incidente de este avión, un 737-800 de 18 años, un modelo más antiguo que el 737 Max que fue inmovilizado por Boeing tras dos accidentes mortales.