Ambiente

Agroecología: la historia de Nelly, la campesina que le ganó a una multinacional

Junto a un grupo de mujeres lograron recuperar unas tierras que explotaba una empresa forestal en Misiones. Con el proyecto lograron regenerar la biodiversidad de la zona y todavía luchan por conseguir más hectáreas.
Luciana Arias
por Luciana Arias |
Agroecología: Las tierras que cultiva Nelly Almeida hasta hace un tiempo estaban en manos de Arauco

Agroecología: Las tierras que cultiva Nelly Almeida hasta hace un tiempo estaban en manos de Arauco, una de las mayores empresas forestales de América Latina, que en Misiones se dedica a los monocultivos de pino y eucalipto. 

Misiones: A 9 años de que entró en vigencia la ley no termina de cumplirse. La empresa Arauco aún no les devolvió ni la mitad de las tierras que indica la norma.

Misiones: A 9 años de que entró en vigencia la ley no termina de cumplirse. La empresa Arauco aún no les devolvió ni la mitad de las tierras que indica la norma.

El contraste en el paisaje de esta zona de Misiones: las chacras basadas en la agroecología y las plantaciones del monocultivo de las empresas forestales.

El contraste en el paisaje de esta zona de Misiones: las chacras basadas en la agroecología y las plantaciones del monocultivo de las empresas forestales.

Agroecología: la historia de Nelly, la campesina que le ganó a una multinacional
Agroecología: la historia de Nelly, la campesina que le ganó a una multinacional
Nelly Almeida además es docente y da talleres de arte y títeres para los chicos de la zona. 

Nelly Almeida además es docente y da talleres de arte y títeres para los chicos de la zona. 

Es una lucha que impulsamos sobre todo las mujeres

"Es una lucha que impulsamos sobre todo las mujeres", dice Nelly, la joven que vive gracias a la agroecología.

Agroecología: la historia de Nelly, la campesina que le ganó a una multinacional

Son días de lluvia fuerte en Piraí, una colonia a 15 km del centro de El Dorado, en Misiones. Nelly Almeida se levanta al alba. Trabaja desde temprano en las plantaciones de mandioca, maíz, batata y cebolla. También recolecta plantas medicinales y aromáticas que el grupo de mujeres que integra desarrolló en el corredor agroecológico del PIP, un grupo de productores independientes del lugar.

Las tierras que cultiva esta joven de 26 años hasta hace un tiempo estaban en manos de Arauco, una de las mayores empresas forestales de América Latina, que en Misiones se dedica a los monocultivos de pino y eucalipto.

En la colonia de Piraí unas 400 familias viven de lo que plantan en unas 140 hectáreas. Las recuperaron luego de tres décadas de reclamos. Hasta hace unos años esas tierras estaban en manos de Arauco, que las fue comprando a los pobladores originales a precios muy bajos. Pero aún piden por el resto de las 600 que, según una ley provincial, deberían haber sido reintegradas a la comunidad.

"Es una lucha que impulsamos sobre todo las mujeres cuando nuestros compañeros, nuestras parejas empezaron a irse a las grandes ciudades porque acá ya no tenían trabajo porque las máquinas los empezaron a reemplazar", dice Nelly a A24.com. "Además notábamos que se empezaba a perder la biodiversidad".

Agreocología Misiones Nelly Almeida de espaldas (Foto UTT).png

Agroecología: ¿Cómo empezó el camino en Piraí?

Cada agosto los problemas aumentaban: el polen de los eucaliptos en flor se posaba sobre los muebles, la ropa colgada, las ollas de la cocina, cuenta Nelly. A muchos de los pobladores respirar ese aire les era difícil: las plantaciones estaban a metros de las viviendas. "Era un mar de pinos. No teníamos tierra", dice Nelly.

Agreocología Misiones contra pinps y eucaliptus (Foto UTT).png

Los relatos se repetían, cuenta. "Las vecinas notaban que sus hijos tenían alergias de piel, problemas respiratorios, hasta enfermedades en los huesos que derivaban en problemas de crecimiento y malformaciones. Entre los adultos también pasaba, incluso casos de cáncer".

Eso que empezó en charlas entre las pobladoras, con el tiempo se amplió. "Íbamos a los municipios, a los ministerios. Reclamábamos por la salud. Pero fuimos notando que éramos campesinos sin tierra. Y los efectos que generaban los agrotóxicos que aplicaba la empresa", cuenta Nelly.

Agreocología Misiones manos plantando(Foto UTT) (2).png

Cómo cambió el medio ambiente cuando se instaló la empresa

Con la llegada de Alto Paraná, como se llamaba la compañía cuando se instaló en el lugar, en 1996, el paisaje cambió: se llenó de plantaciones forestales. La vida de la zona, también. Las escuelas, las salitas sanitarias que había en las distintas colonias próximas a la ex ruta 12 empezaron a cerrar, una a una.

"La empresa empezó a comprar terrenos a las familias por precios muy bajos", dice Nelly. "Eran gente en situación de vulnerabilidad. Desde la fábrica nos decían que los barrios que estaban afincados iban a desaparecer. Nos venían a asustar. Fue un desalojo indirecto".

Los habitantes del km 18, una de las colonias que persistían, querían arraigarse en ese territorio. Y la organización creció. En 2013 lograron la ley provincial que instaba a Arauco a devolver 600 hectáreas de las que habían comprado a las familias locales.

Agreocología Misiones PIP (Foto UTT).JPG

Qué pasó con las tierras que obtuvieron por ley

A 9 años de que entró en vigencia la ley no termina de cumplirse. La empresa Arauco aún no les devolvió ni la mitad de las tierras que indica la norma: les falta entregar 434 hectáreas.

Mientras tanto, 76 familias crearon la cooperativa Productores Independientes de Pirán (PIP). Ya son 110 las que viven del trabajo en las hectáreas recuperadas. Cada uno aporta en una zona de trabajo colectivo y cuenta con una hectárea de cultivo donde arman chacras para producir los alimentos que consumen.

Además de las plantaciones la cooperativa está recuperando el suelo. Parte de lo que les devolvieron no puede usarse por las malas condiciones en las que quedó tras recibir los agroquímicos. "En lugares había humedales, bañados y vertientes. Las especies autóctonas están volviendo porque reforestamos con plantas nativas. Así que también cambió el paisaje", explica Nelly.

Agreocología Misiones campesinos (Foto UTT).JPG

Cómo es la vida de Nelly

Hoy Nelly vive junto a sus dos perros. Enfrente está su casa de sus tíos que también cultivan la tierra. "En casa hablamos guaraní, mi familia es de origen paraguayo", cuenta Almeida, que además es docente y da talleres de arte y títeres para los chicos de la zona.

Durante las mañanas, además de cosechar las hierbas, sacan las malezas y aplican purines, preparados naturales que usan para evitar plagas. Con esas hierbas además producen cremas, ungüentos y tinturas madre que después comercializan.

Junto con otras mujeres Nelly forma parte de las un equipo de promotoras que aborda otro tema que atraviesa a su comunidad: la violencia de género.

"Fue muy difícil abordar una lucha feminista acá al principio. Pero nos fuimos dando cuenta de que nuestras compañeras lo vivían. Y que debían capacitarse sobre las distintas violencias: física, psicológica y económica", dice Nelly. Ahora ellas sueñan con armar un refugio para las mujeres que no tienen cómo irse de sus hogares.

Agreocología Misiones Nelly Almeida 2 (Foto UTT).png