Para muchos usuarios, estos días pueden parecer simples feriados, pero en la práctica su impacto puede ser considerable. Los bancos concentran una gran cantidad de operaciones que, en épocas normales, se realizan a diario: depósitos, extracciones, transferencias de alto monto, pagos de servicios, cobros de sueldos y jubilaciones, operaciones bursátiles o cambiarias, entre otras. La suspensión temporal de la actividad genera un “paréntesis” financiero que puede afectar tanto a individuos como a empresas.
Según informó el BCRA, las fechas exactas de los feriados bancarios restantes en 2025 son las siguientes:
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Viernes 21 de noviembre: día no laborable.
Lunes 24 de noviembre: feriado por el Día de la Soberanía Nacional.
Lunes 8 de diciembre: feriado por el Día de la Inmaculada Concepción.
Jueves 25 de diciembre: feriado por Navidad.
Estas jornadas conforman un bloque de fechas especialmente sensibles para la actividad económica. En el caso del 21 y 24 de noviembre, se trata de un fin de semana largo que afectará tres días consecutivos de operaciones (viernes, sábado y lunes), lo que podría generar un “mini parate” financiero. Por su parte, el feriado del 8 de diciembre es tradicionalmente uno de los más importantes del calendario nacional, ya que marca el inicio de las celebraciones navideñas. Finalmente, el 25 de diciembre, por motivos obvios, implica un cierre total de la actividad.
Para quienes necesiten realizar operaciones durante estos períodos, el BCRA recordó que la única alternativa disponible será el uso de plataformas digitales, como el home banking, las aplicaciones móviles oficiales de cada entidad y los cajeros automáticos. Estas herramientas permitirán realizar operaciones básicas, como:
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Transferencias electrónicas entre cuentas propias o de terceros.
Consultas de saldos y movimientos de cuentas.
Extracción de efectivo en cajeros automáticos, siempre que cuenten con fondos disponibles.
Pagos de servicios o cancelación de préstamos, en caso de estar habilitado en cada sistema.
Sin embargo, no estarán disponibles aquellas operaciones que requieran la intervención directa de personal bancario, como gestiones en ventanilla, cobros o depósitos en efectivo de grandes sumas, firma de documentación, apertura de cuentas, solicitud de préstamos presenciales o compra y venta de divisas a través de canales oficiales y financieros.
Esto también afecta a los canales de atención telefónica que dependan de empleados, ya que las áreas administrativas permanecerán cerradas. La atención automatizada podrá continuar, pero de forma limitada y sin capacidad de resolver gestiones que requieran validación humana.
Uno de los aspectos clave de estos feriados es que coinciden con períodos de alta actividad financiera, tanto para individuos como para empresas. El último bimestre del año suele estar marcado por pagos de aguinaldos, cierre de balances contables, movimientos cambiarios intensos y mayor demanda de dinero en efectivo, tanto por parte de comercios como de consumidores.
En ese sentido, especialistas recomiendan anticipar operaciones y evitar dejar trámites importantes para los días inmediatamente anteriores o posteriores a estos feriados. Por ejemplo, quienes necesiten realizar pagos de impuestos, operaciones de comercio exterior, transferencias de grandes montos o compras de divisas, deberían coordinar con suficiente antelación para no encontrarse con el sistema cerrado.
También es importante recordar que durante los feriados bancarios la reposición de cajeros automáticos se interrumpe, por lo que puede producirse escasez de efectivo en algunos puntos, especialmente en zonas de alta demanda turística o en localidades pequeñas donde la cantidad de terminales es limitada. Para evitar inconvenientes, conviene extraer dinero algunos días antes y no dejarlo para último momento.
Para los operadores del mercado financiero, estas fechas también representan una pausa relevante en la operatoria cambiaria y bursátil. La imposibilidad de comprar o vender dólares oficiales o financieros durante estos feriados genera un “valle” de actividad en un mercado que, en Argentina, suele moverse minuto a minuto. Este escenario puede derivar en movimientos bruscos en la cotización de las divisas en los días previos o posteriores, como ha ocurrido en otras oportunidades.
Asimismo, las empresas que dependen de pagos o transferencias bancarias para importar, exportar o cumplir obligaciones deben considerar estas fechas dentro de su planificación. En muchos casos, una operación frenada por un feriado bancario puede retrasar varios días la cadena de pagos o el ingreso de mercadería, generando costos adicionales.
El BCRA también destacó que, aunque las billeteras virtuales y plataformas fintech continuarán operando de manera normal durante los feriados, pueden verse afectadas indirectamente en aquellas transacciones que requieran vinculación con cuentas bancarias tradicionales. Por ejemplo, un pago con tarjeta prepaga vinculada a una cuenta bancaria podría acreditarse con demora, o una transferencia desde una billetera a una cuenta bancaria podría no impactar hasta el siguiente día hábil.
Por eso, la recomendación general para los usuarios es prever todo tipo de movimiento financiero —ya sea bancario, cambiario o digital— con varios días de antelación, especialmente si las fechas coinciden con compromisos importantes como vencimientos de impuestos, cobros de facturas o fechas de pago a proveedores.
En términos prácticos, el calendario bancario de fin de año se presenta particularmente concentrado, con varios feriados cercanos entre sí. Esto puede generar mayores congestiones operativas en los días hábiles previos, con filas más largas en sucursales, demoras en la atención o saturación en los sistemas online.
Además, se espera que los días posteriores a Navidad tengan un volumen muy elevado de transacciones, ya que muchas empresas retoman actividades y los particulares realizan sus últimos movimientos del año. Esto significa que los feriados bancarios no solo afectan los días de cierre, sino también los días hábiles que los rodean, generando un “efecto embudo” que se repite cada año.
En conclusión, los cuatro feriados bancarios restantes de 2025 —21 y 24 de noviembre, 8 y 25 de diciembre— representan un conjunto de fechas clave para el sistema financiero argentino. Su impacto no se limita únicamente al cierre de sucursales, sino que afecta toda la dinámica de operaciones económicas y cambiarias en un momento del año de alta actividad.
Por eso, tanto usuarios individuales como empresas y operadores financieros deben anticipar sus gestiones, organizar calendarios de pagos y prever necesidades de efectivo con tiempo. De esa manera, podrán evitar contratiempos y manejarse con tranquilidad durante estos días de inactividad bancaria.