Más de 940 mil personas fueron diagnosticadas con coronavirus, según el relevamiento del Johns Hopkins CSSE.
Más de 940 mil personas fueron diagnosticadas con coronavirus, según el relevamiento del Johns Hopkins CSSE.
Si a ese número de casos confirmados se le restan los fallecimientos y las recuperaciones, queda como resultado el número de casos que están activos actualmente, cercano a los 710 mil casos.
Ese número tiene un peso particular: son los poseedores de la enfermedad quienes pueden contagiar a otras personas.
Sin embargo, es importante comprender que la medición de casos muy probablemente no alcance a todas las personas que contraen la enfermedad.
Es lógico suponer que el número de personas contagiadas sea mayor, ya que la capacidad de los gobiernos del mundo para testear casos sospechosos es limitada.
(Los datos se actualizan una vez por día, al comienzo de cada jornada, según la forma de procesar información del Johns Hopkins CSSE)
Es notable que entre el 17 de febrero y los primeros días de marzo se redujo la cantidad de personas contagiadas de COVID-19 a nivel global.
De hecho, entre esas fechas, las personas que contrajeron la enfermedad y se curaron habían superado a los portadores del coronavirus.
Pero a partir de marzo, el panorama se agravó: la enfermedad ingresó a Europa, a ciudades de alta densidad poblacional y alta circulación. Todo esto, agravado por el frío del invierno del hemisferio norte.
Ese cóctel resultó en una suba rápida de los casos, que volvieron a superar a las altas médicas, o sea, los casos recuperados.
Esa aceleramiento en el aumento de casos fue lo que generó la rápida acción de la gran mayoría de los gobiernos del mundo.
A su vez, la cantidad de muertos también se encuentra en una etapa de crecimiento.