"El Instituto busca recrear el papel importante que tuvieron históricamente, por ejemplo, el Instituto Nacional del Teatro, el del Cine o el de la Música en el fomento de estas producciones", puntualizó Filmus en diálogo con A24.com. El ex ministro de Educación también indicó que la creación del Instituto no se llevaría más del 2 por ciento del presupuesto nacional que tiene el área del Cultura y hasta podría ser de costo cero y se reactiva la exportación.
Uno de los ejes del fomento del libro argentino tiene que ver con la federalización de la industria y el consumo editorial. En este sentido, los números son contundentes: más de 70 por ciento de las librerías están concentradas en tres ciudades: Buenos Aires, Rosario y Córdoba. Filmus destacó que promover canales de circulación mejora el acceso y baja los costos.
El Instituto también tiene el objetivo de brindarle apoyo a pequeños y medianos productores editoriales; promover la edición local de libros para niños y adolescente, que fue el nicho editorial que más creció en los últimos años; publicar las primeras obras de autores destacados a través de concursos, festivales y becas; y fomentar a los autores argentinos en el exterior.
"La situación de la industria es dramática porque acá no baja la creatividad: se publican la misma cantidad de libros, pero las tiradas son más chicas porque se vende menos, y eso hace que se eleven mucho los costos", advirtió el ex funcionario. "Más allá del momento crítico que atraviesa la industria editorial en el país, la ley establece la creación de una instancia para el diseño y la implementación de políticas públicas en favor del libro", agregó.
El dirigente del Frente para la Victoria presentó el proyecto en el anexo del Congreso, rodeado de escritores, representantes de universidades y editoriales universitarias, de la industria gráfica, sindicatos, traductores y libreros.
Durante la presentación habló el filósofo Darío Sztajnszrajber, quien destacó que "distintos bloques han decidido apoyar este proyecto" y valoró que "es interesante que todo el mundo que converge en 'el libro' también esté junto apoyando esto, como escritores, editores, fuera de lo que parece una confrontación cotidiana".
También estuvo en el Parlamento la escritora Claudia Piñeiro, quien enfatizó: "No acepto la dicotomía de que si no hay para comer cómo se puede pensar en los libros (...) No me hagan creer que porque se crea un instituto del libro, se afecta presupuesto para la baja de la pobreza".
Según la escritora, el proyecto busca "contribuir a la circulación de la creación literaria y el pensamiento argentino como herramienta de democratización y enriquecimiento del debate público" y "promover la circulación federal del libro y el acceso igualitario en todo el territorio de nuestro país, fortaleciendo los mecanismos de distribución y comercialización del libro argentino".
La iniciativa cuenta con el acompañamiento del presidente de la comisión de Educación, José Luis Riccardo (UCR), y de los diputados Leonardo Grosso (Movimiento Evita), Victoria Donda (Somos), Daniel Arroyo (Red por Argentina), Elda Pértile y Carolina Moisés (Justicialista) y Roberto Salvarezza y Pablo Carro (Frente Para la Victoria-PJ).
También sumaron sus apoyos: Cecilia Moreau y José Ignacio De Mendiguren (Unidos por una Nueva Argentina, UNA), Alejandra Rodenas (Nuevo Espacio Santafesino), José Luis Ramón (Protectora), Silvana Ginocchio (Elijo Catamarca) y Mirta Pastoriza (Frente Cívico por Santiago).