La difusión del caso generó una enorme conmoción en Armenia, un país fuertemente homofóbico y en el que se repiten muchas escenas de odio hacia los homosexuales, principalmente contra las parejas más jóvenes.
La noticia del suicidio de los adolescentes armenios fue compartida por Pink Armenia, una asociación que desde hace años lucha por los derechos LGBTQ y por la protección de la comunidad homosexual.
Se cree que Tigran y Arsen optaron por suicidarse como consecuencia del “sentimiento de culpa, miedo y vergüenza debido a la actitud de la sociedad hacia la orientación sexual y la identidad de género de cada uno”.
A su vez, los dos chicos, ambos menores de edad, habrían sido rechazados por sus padres, que no aceptaron su amor.
La imagen del último beso
La foto del último beso se volvió viral de inmediato en la web, aunque tampoco faltaron los comentarios de odio y desprecio hacia la joven pareja.
En Armenia, la homosexualidad no está protegida por la sociedad y el Estado, lo que lleva a muchos jóvenes a pensar y en algunos casos a practicar el suicidio. “Armenia es hoy uno de los países más intolerantes con la comunidad LGBTQIA+, sometida constantemente a abusos, violencia psicológica y física, y confinada al margen de una sociedad que se niega a reconocerla e integrarla”, afirmó Pink Armenia en un comunicado.
La ONG resaltó que “las personas LGBT están muy familiarizadas con el sentimiento de aislamiento y la incomprensión de sus familias y la sociedad”. En el mismo sentido, ofrecieron sus condolencias a los familiares y amigos de los jóvenes y pidieron a la gente ser más compasiva y que se abstenga de insultos y expresiones humillantes en las redes.