Haydeé Almirón reveló en "La cruel verdad" cómo fueron las pericias escopométricas que realizaron el departamento a su cargo: “Nosotros nos encargamos de cotejar y comparar, en este caso las distintas suelas de zapatos con las marcas que tenía Fernando Báez Sosa”.
“Lo que se hizo en el laboratorio es tomar la impresión de la totalidad de los calzados y el primer hallazgo fue que todos los diseños de las molduras de las zapatillas eran diferentes”, amplió la perito.
Consultada por Esteban Trebucq sobre si tenía identificadas de quiénes eran las zapatillas, la comisaria explicó el procedimiento: "“Acá llegaron los catorce pares de calzado, y no sabíamos de la pertenencia porque llegan por códigos”.
“Nosotros identificamos qué características tienen las huellas, después se confrontó con la huella que estaba en la víctima, se pudo establecer que era en la zapatilla Cyclone y se cotejó con la totalidad de los pictogramas de la totalidad de los chicos detenidos", aseguró Almirón.
Fue en esa instancia cuando se confirmó que en el cuerpo de Fernando Báez Sosa había huellas de las zapatillas de Máximo Thomsen usadas en la madrugada del 18 de enero de 2020.