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Qué hacer con los relojes ante el cambio de huso horario en Argentina

El huso horario de Argentina ha sido, históricamente, un tema de debate nacional. Por la extensión territorial del país y la diversidad de realidades geográficas, los ajustes en la hora oficial no son una novedad.

Redacción A24
por Redacción A24 |
Qué hacer con los relojes ante el cambio de huso horario en Argentina

El huso horario de Argentina ha sido, históricamente, un tema de debate nacional. Por la extensión territorial del país y la diversidad de realidades geográficas, los ajustes en la hora oficial no son una novedad. Sin embargo, la reciente iniciativa parlamentaria presentada por el diputado Julio Cobos reabrió la discusión y ya superó una primera instancia: tras su aprobación en el Senado, el proyecto pasó a la Cámara de Diputados, donde se definirá si la Argentina vuelve a adoptar el UTC-4, el histórico horario que rigió gran parte del siglo XX.

La propuesta busca atrasar los relojes una hora en todo el territorio nacional, un cambio que impactaría de manera directa en la rutina diaria de millones de personas. El debate no solo toca aspectos técnicos y energéticos, sino también médicos, sociales y culturales.

¿Qué propone el proyecto?

El proyecto impulsado por Cobos plantea que la Argentina abandone el actual huso horario UTC-3 para regresar al UTC-4, lo que significaría que los relojes se atrasen 60 minutos.

Esto provocaría que, oficialmente, amaneciera y anocheciera una hora antes en relación al horario vigente. El cambio, aunque parece menor en lo inmediato, podría tener consecuencias visibles en la organización de la vida cotidiana: desde el inicio de la jornada laboral y escolar, hasta la disponibilidad de transporte público y la organización de las actividades recreativas y culturales.

En los fundamentos del proyecto, se señala que la modificación busca alinear la hora civil con la luz solar, algo que permitiría aprovechar mejor la luminosidad natural, reducir el uso de energía eléctrica y favorecer un descanso más acorde con los ritmos circadianos.

Los argumentos a favor: energía y salud

El principal punto que motiva el cambio de huso horario es el ahorro energético. Según los estudios presentados en el Congreso, el horario actual obliga a recurrir a mayor iluminación artificial, sobre todo durante los meses de invierno, lo que se traduce en un incremento del consumo eléctrico.

Volver al UTC-4 permitiría reducir la necesidad de energía en el hogar y en los lugares de trabajo. Es una manera de acompasar nuestra vida cotidiana con la luz solar, que es un recurso gratuito y sostenible”, remarcan desde el equipo que acompaña a Cobos en la iniciativa.

Otro argumento fuerte es el de la salud y el descanso. Especialistas en cronobiología sostienen que alinear el ritmo de la población con el ciclo solar podría favorecer el sueño y disminuir los trastornos vinculados con la falta de descanso. Se espera que un amanecer más temprano contribuya a mejorar la productividad y el bienestar general.

Las voces en contra: insomnio y alteraciones biológicas

Pero no todos los expertos coinciden. El médico especialista en Medicina del Sueño, Facundo Nogueira, advirtió que el cambio podría traer efectos contraproducentes en la población.

Una alteración brusca del horario puede generar insomnio, fatiga y dificultades de concentración. No todas las personas se adaptan de la misma manera a estos cambios, y puede afectar a trabajadores, estudiantes y niños, que requieren rutinas más estables”, explicó.

En este sentido, se recuerda que el cuerpo humano cuenta con un reloj biológico interno, que regula funciones vitales como el sueño, la digestión y la liberación de hormonas. Alterar este sistema de forma artificial puede tener consecuencias que van más allá de la simple sensación de cansancio.

Antecedentes históricos en Argentina

La historia del huso horario en Argentina muestra una serie de idas y vueltas.

  • A lo largo del siglo XX, el país alternó entre UTC-3 y UTC-4 según las necesidades políticas y energéticas de cada período.

  • En 2009, se estableció de manera permanente el UTC-3, abandonando la práctica del horario de verano que se aplicaba en algunos períodos.

  • La nueva iniciativa contempla que, de aprobarse, el Gobierno pueda habilitar el regreso temporal al UTC-3 durante el verano, para aprovechar más horas de luz vespertina en los meses de calor.

Este último punto es clave, porque abre la posibilidad de que la Argentina vuelva a manejar una política de doble huso horario, algo que divide las opiniones entre quienes valoran la flexibilidad y quienes reclaman estabilidad permanente.

Impacto en la vida diaria

La modificación del huso horario no es un simple cambio administrativo. Si la medida se convierte en ley, el impacto en la vida diaria será notorio:

  • Horarios laborales y escolares: las actividades comenzarían en mayor oscuridad durante parte del año, pero terminarían más temprano con luz natural.

  • Transporte público: las empresas de colectivos, trenes y subtes tendrían que ajustar cronogramas para acompasar la nueva organización del día.

  • Actividades culturales y deportivas: podrían adelantarse los horarios de eventos, especialmente aquellos que dependen de la luz solar.

  • Consumo eléctrico: se espera una reducción significativa en iluminación, aunque algunos expertos dudan del impacto real sobre el gasto energético.

En resumen, la vida cotidiana de millones de argentinos estaría condicionada por una decisión legislativa que toca fibras sensibles de la organización social.

Recomendaciones de los especialistas

Ante la posibilidad de que el cambio se concrete, médicos y especialistas en cronobiología sugieren una serie de pautas para adaptar el organismo de manera más gradual:

  • Ajustar la hora de dormir de a poco, moviéndola unos 15 minutos por día, hasta alcanzar el nuevo horario.

  • Exponerse a la luz natural en la mañana, lo que ayuda a sincronizar el reloj biológico con el nuevo ciclo solar.

  • Evitar el uso de pantallas antes de dormir y optar por cenas livianas que no interfieran en el descanso.

  • Mantener una rutina de actividad física moderada, que contribuya a equilibrar el sueño y la vigilia.

Estas medidas podrían atenuar los efectos negativos de un cambio brusco y favorecer una mejor adaptación al nuevo huso horario.

El trasfondo político y social

Más allá de los aspectos técnicos, el debate por el huso horario refleja también tensiones políticas y sociales. Por un lado, los defensores de la medida remarcan la necesidad de modernizar las políticas energéticas del país y sostienen que el ahorro, aunque parezca pequeño, puede tener un impacto significativo en el largo plazo.

Por otro lado, los detractores señalan que se trata de una medida improvisada, que no necesariamente resolverá los problemas de consumo energético, y que puede tener consecuencias no deseadas en la salud pública.

En definitiva, el proyecto pone sobre la mesa una discusión que excede al horario: ¿cómo quiere organizarse Argentina frente a los desafíos del presente, entre el ahorro energético, la calidad de vida y las tradiciones históricas?

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