Residuos cloacales: desarrollan una herramienta clave para la detección del coronavirus

Romina Cansler
por Romina Cansler |
Residuos cloacales: desarrollan una herramienta clave para la detección del coronavirus

¿Es posible testear la presencia del COVID-19 en un barrio entero para poder detectar si hay focos de contagio? En principio, la respuesta es no. Pero ahora existe una técnica que podría aproximar algún tipo de indicio por zonas para luego poder seguir con testeos focalizados.

Con la curva de contagios en aumento y la urgencia centrada en el sistema sanitario, un grupo de investigadores puso el foco en la prevención y la detección temprana de COVID-19 en los efluentes cloacales.

Varias naciones europeas lograron determinar y hacer una correlación entre la presencia de SARS-CoV-2 y el progreso de la pandemia. Hoy, la Argentina se suma a esta herramienta de detección temprana que, pasada la pandemia, se podrá aplicar a otras enfermedades, evitando futuros brotes y epidemias.

"Esta misma técnica que fue desarrollada en AySA, ya está siendo aplicada en Europa, tiene los mismos principios que la técnica que se usa, por ejemplo, en España", explicó a A24.com el ingeniero Alejandro Barrio, director del proyecto y titular de la Dirección Técnica y Desarrollo Tecnológico de dicha empresa de aguas y saneamiento.

De qué se trata

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no existen, hasta el momento, "pruebas de que el virus de la COVID‑19 sobreviva en el agua, incluidas las aguas residuales". Es por eso que realizar monitoreos epidemiológicos en los residuos cloacales se presenta como una importante herramienta en la pandemia con un relativo bajo riesgo.

"Del total de infectados del país, el 76% vive en el radio de acción de AySA, por eso dijimos 'tenemos que desarrollar una herramienta como la europea para poner a disposición del Estado'", señaló Barrios.

En ese sentido, el ejecutivo resaltó que este avance se concretó en "tiempo récord", ya que en solo dos meses se consiguió realizar esta herramienta que, en otro momento, habría llevado unos 6 meses. "Se armó un equipo de trabajo con profesionales e investigadores de la compañía y para este desarrollo trabajamos sábados, domingos y feriados", destacó.

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De frente hacia atrás: Paula Mayon, Lorena Coronel y Ayelén Moroz. Completan el equipo: Verónica Borro, Adriana Morón, Marcelo Cicchino, Juan Carlos Vuolo, Nestor Filiel y Ana Carolina Salas.
De frente hacia atrás: Paula Mayon, Lorena Coronel y Ayelén Moroz. Completan el equipo: Verónica Borro, Adriana Morón, Marcelo Cicchino, Juan Carlos Vuolo, Nestor Filiel y Ana Carolina Salas.

Ahora, según señaló, esta nueva herramienta ya está validada y se encuentra a disposición del Ministerio de Salud para determinar en dónde se podrá aplicar, ya que pese a que es un desarrollo de esta empresa de servicios, podrá emplearse en todo el país.

"Desde hace más de 15 días empezamos a ver resultados. En un principio fue poner a punto este desarrollo y para eso fuimos a lugares donde sabíamos que había personas infectadas a tomar muestras y calibrar el desarrollo. Ahora tenemos la capacidad de hacer monitoreos con seguridad", resaltó Barrios.

Cómo es el procedimiento

Desde el surgimiento de la pandemia, hablar de procedimientos, métodos y procesos se ha convertido en una costumbre en los medios y este nuevo desarrollo no es una excepción, ya que desde la recolección de muestras hasta el resultado se deben transitar varios pasos.

"La detección es a través de PCR, el mismo que se usa para el diagnóstico clínico, con la diferencia de que al buscar restos genómicos del virus en una matriz cloacal hay que realizar pasos previos", señaló Barrios.

Según enumeró, luego de la toma de la muestra es necesario concentrarla y realizar la extracción del material genómico del virus en un gabinete de bioseguridad y con un kit de extracción. Luego se realiza el paso "más complejo de todo el proceso": verificar la presencia del ARN del SARS-CoV-2 sin interferencias de otras sustancias; y luego sí realizar el PCR.

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"Es una herramienta que se pone a disposición del Estado como complemento de las ya presentes, que permite realizar un monitoreo más masivo porque se puede medir a todo un barrio. En Europa sirvió mucho para la salida de la cuarentena", señaló Barrios.

Sin embargo, más allá de que pueda extenderse a todo el país, este proceso debe "calibrarse". "No todos los residuos cloacales son iguales", ya que dependerá de si los residuos son domiciliarios o industriales.

"La matriz cloacal tiene un montón de compuestos que, muchas veces, generan interferencias y enmascaran el material genético. Por eso es necesario realizar todo el tratamiento previo, el punto más fuerte del desarrollo", explicó Barrios y detalló que el proceso previo lleva entre 4 y 5 horas, tiempo que deberá multiplicarse por la cantidad de muestras a evaluar. "Hay muchos procesos que no pueden realizarse en paralelo", señaló.

Aplicación federal

Poder aplicar esta tecnología en distintos puntos del país es el próximo paso para este grupo de científicos. Según Barrios, "de la misma manera que la empresa de aguas de Murcia (España) realizó una ayuda desinteresada, AySA hará lo mismo".

Sin embargo, esa colaboración deberá ajustarse. "Hay que adaptar para poder aplicarla a los distintos líquidos cloacales", señaló y resaltó que también se puede emplear en los barrios vulnerables, uno de los focos más afectados por la pandemia.

"Todos estos barrios tienen desagües informales o precarios y en algún tramo lo terminan volcando a la red y AySA llega hasta la periferia del barrio. En los casos donde no hay calles abiertas o trazado urbano, la operación dentro del barrio es responsabilidad de los municipios o los propios pobladores que realizan cooperativas para operar", aseguró.

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El ingeniero Alejandro Barrio, director del proyecto y titular de la Dirección Técnica y Desarrollo Tecnológico de AySA.
El ingeniero Alejandro Barrio, director del proyecto y titular de la Dirección Técnica y Desarrollo Tecnológico de AySA.

De este modo, según explicó, buscarán extender a todo el país el desarrollo, aunque la única barrera que deberán vencer es el estudio de PCR, ya que es necesario contar con el equipamiento y los profesionales calificados, por lo que estimó que colaborarán institutos o universidades.

Incluso, frente a este obstáculo, el ejecutivo no descartó realizar un nuevo avance gracias a los propios desarrollos que realizaron los distintos científicos del CONICET en kits de diagnóstico más ágiles, aunque aclaró que ese futuro debería ser abordado con cautela y mucho trabajo.

Una herramienta coyuntural con futuro promisorio

La vida postpandemia también se evalúa en los efluentes cloacales y la aplicación de esta nueva tecnología no quedará resumida al COVID-19, ya que entre los estudios que lleva adelante la empresa, más de un millón al año, se podrá utilizar esta tecnología para prevenir futuros brotes.

"Cuando salgamos de esta coyuntura, esta misma metodología biológica se puede aplicar para la búsqueda de otro tipo de virus y contaminantes como herramienta de vigilancia epidemiológica", dijo Barrios y destacó que la experiencia adquirida en pandemia permitirá agilizar aún más nuevos desarrollos.

"Ya estábamos trabajando en esta tecnología, pero todo quedó relegado por la urgencia del COVID-19. Ahora no será tan distinto el mecanismo, sino que harán falta otros reactivos y consumibles o formas de concentrar la muestra, pero en el fondo la tecnología será similar", completó.

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