Semana de la concientización de la muerte súbita: ¿Qué hacer para prevenirla?

“Ante una muerte súbita, el principal determinante de la supervivencia es la realización temprana de RCP y el uso de desfibrilador. Cuando se hacen ambos procedimientos dentro de los primeros 5 minutos de ocurrido el paro cardíaco, se puede lograr una supervivencia mayor al 50% y con buena recuperación neurológica. Al primer minuto, el éxito de la desfibrilación es superior al 90% y desciende 7-10% por minuto sin reanimación cardiopulmonar”, explica.

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Los datos de la muerte súbita

Según explica:

• 1 de cada 5 adultos muere como consecuencia de problemas cardiovasculares.
• La mitad de esas muertes se produce de forma súbita y un gran porcentaje en un ámbito extra hospitalario.
• Este tipo de muertes las podemos prevenir capacitando a la población en la realización de RCP y el uso de desfibriladores automáticos externos (DEAs), los cuales deberían estar disponibles en cualquier lugar público.
• La muerte súbita es un importante problema de salud pública a nivel mundial: Solo en Occidente ocurren entre 450.000 y 500.000 muertes cada año, lo que representa aproximadamente un evento por minuto.
• En los Estados Unidos son de 360.000 eventos por año, lo que representa la mitad de todas las muertes cardiovasculares.
• La cantidad de muertes súbitas aumenta de forma gradual pero significativa a partir de los 35-40 años y es entre dos y cuatro veces más frecuente en la población masculina.

¿Qué se puede hacer para prevenir?

• Identificar a las personas con problemas cardiacos, ya que la mayoría de los eventos de muerte súbita ocurren en personas sin historia previa ni clínica de enfermedad cardíaca.
• Uso de cardiodesfibriladores automáticos implantables en la población de más alto riesgo.
• Es clave el control estricto de salud. Promover desde edades tempranas hábitos de vida saludables, favorecer el ejercicio físico, tratar precozmente el colesterol, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, evitar la aparición y/o progresión de insuficiencia cardíaca, y diagnosticar oportunamente las cardiopatías genéticas que impliquen un riesgo de muerte súbita.
• El principal determinante de la supervivencia es la realización temprana de RCP y desfibrilación precoz. Cuando se hacen ambos procedimientos dentro de los primeros 5 minutos de ocurrido el paro cardíaco, se puede lograr una supervivencia mayor al 50% y con buena recuperación neurológica. Al primer minuto, el éxito de la desfibrilación es superior al 90% y desciende 7-10% por minuto sin reanimación cardiopulmonar (RCP).