

En la última semana, los nuevos pacientes con COVID-19 que requirieron una terapia intensiva en la provincia de Buenos Aires aumentaron un 52% respecto de la semana anterior. En la Ciudad, en cambio se registró una caída del 22%.
Durante varias semanas, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires registraron dinámicas similares y se movieron a la par, más allá de alguna diferencia en los números absolutos. Pero la última semana (entre el 21 y el 28 de junio) separó a ambos distritos, según la base de datos abierta que publica diariamente el ministerio de Salud de la Nación
Sin embargo, es importante tener en cuenta que ese análisis solo incluye los casos confirmados por un test. Hay muchas personas que, según los datos oficiales, fueron hisopadas pero todavía no obtuvieron su resultado. ¿Qué pasa si son incluidas en la estadística?
La base de datos abierta por el Ministerio de Salud de la Nación de Casos de COVID-19 permite saber qué pacientes requirieron en algún momento cuidado intensivo.
Pero no todos los internados son Covid positivo. En muchos casos, se sospecha que los pacientes están infectados, se los testea y dan negativos, determinando que fue otra patología la que los llevó a terapia.
En concreto, hay cuatro tipos de pacientes que pueden requerir cuidado intensivo:
Al mirar los casos sospechosos, se ve que la provincia de Buenos Aires tiene muchos casos todavía sin resultados de hisopado. Solo la semana pasada (entre el 21 y el 28 de junio) quedaron pendientes casi 5 mil casos sin confirmar. De esos, 72 estaban en terapia intensiva. El crecimiento es notable si se tiene en cuenta que la semana anterior había solo 16 en esa condición. El aumento puede deberse a demoras en el testeo y en la carga de datos a la base abierta.
Sin embargo, esos plazos no se ven reflejados en los otros distritos; ni siquiera en CABA -que enfrenta un caudal de casos similar- y donde los pacientes sospechosos que requirieron internación intensiva fueron 19 la semana pasada y 13 la anterior.
Los casos descartados son aquellos cuyos síntomas eran compatibles con el coronavirus pero, test mediante, se determinó que la enfermedad era otra. Una porción importante de los internados en terapia intensiva alcanzados por la base de datos tienen este destino.
En este apartado, la Provincia de Buenos Aires sigue siendo el distrito con más casos.
Si tenemos en cuenta todos los casos que requirieron internación en terapia intensiva, el distrito con registros más altos es la provincia de Buenos Aires. Además, no registró una reducción en la última semana, a diferencia de la Ciudad.
Con los niveles de positividad que hay en el país, cada vez tiene menos sentido mirar el número de nuevos contagios, que puede entenderse como subestimado.
Una guía para entender la situación son los internados en terapia intensiva. Se supone que estos casos son más fáciles de identificar porque son menos y porque siempre llegan al sistema sanitario. Dicho en otras palabras, tienen más chances de ser alcanzados por las estadísticas oficiales.
Más allá de los números absolutos, lo que se debe analizar es la tendencia, para entender cuánto mejora o empeora la situación en cada distrito.
Por eso se analiza cuántos nuevos infectados de COVID-19 requirieron una terapia intensiva cada semana. Si ese número crece, más exigido estará el sistema sanitario y, se supone, mayor la dispersión del virus.
¡Ojo! Con estos números no se pueden calcular precisamente porcentajes de ocupación de UTI porque la base de datos no informa si un paciente que requirió este tratamiento fue dado de alta. Solo se informa la fecha de fallecimiento, si el caso amerita.
Por eso, con esta base de datos solo podemos saber cuántos requirieron un cuidado intensivo, pero nunca cuántos están en esa situación en algún momento determinado.
Las diferencias en el número de internados críticos no tienen un correlato en diferencias de edad de los infectados, si se analizan los promedios. Así, hay algunos factores que pueden explicar estas diferencias:
Sin embargo, el cambio de tendencia de la última semana entre PBA y CABA podría indicar una mayor dispersión y prevalencia de la enfermedad en la provincia, sobre todo entre personas que corren mayor riesgo.