Tres de los hombres fuertes del área de agricultura durante el gobierno de Mauricio Macri se sumaron a trabajar en la Fundación Nuevas Generaciones como coordinadores de su flamante Departamento de Agroindustria.
Tres de los hombres fuertes del área de agricultura durante el gobierno de Mauricio Macri se sumaron a trabajar en la Fundación Nuevas Generaciones como coordinadores de su flamante Departamento de Agroindustria.
Se trata de Guillermo Bernaudo, Ricardo Negri y Santiago Hardie, quienes abordarán el análisis de políticas y normas agropecuarias nacionales, provinciales y locales, así como en el seguimiento de la agenda legislativa del sector. También buscarán “desarrollar e impulsar propuestas de políticas que generen y promuevan el crecimiento sustentable”, dice la propia Fundación.
La dinámica de las necesidades internacionales será otro de los campos a explorar, previendo que el mundo post pandemia llegará con oportunidades para los países proveedores de alimentos, pero también con mayores exigencias.
El think tank, que hoy se defiende como apartidario, tiene su origen en el llamado PRO-Peronismo. Su Presidente y Director Ejecutivo es Julián Obiglio, exdiputado del PRO con dos pasos por la Cámara: entre 2007 y 2009, completando el mandato del propio Mauricio Macri, y entre 2010 y 2013, cuando ocupó el lugar dejado por Esteban Bullrich.
Los ahora tres mosqueteros agropecuarios de Nuevas Generaciones lograron mantenerse en funciones durante los cuatro años de Macri, superando más de una interna.
El entrerriano Bernaudo comenzó como Jefe de Gabinete del ministerio de Agroindustria, secundando a Ricardo Buryaile. Luego, al tener que alejarse cuando el ministro decidió dar un golpe de timón y rodearse de personas de extrema confianza, tuvo un breve paso por el Banco Nación (bajo la tutela política de Rogelio Frigerio). Finalmente, en 2017 volvió al edificio de Paseo Colón como Secretario de Agricultura, de la mano de Luis Miguel Etchevehere.
Negri también es un sobreviviente de varias batallas. La primera fue antes de la asunción de Macri, cuando era considerado uno de los principales candidatos a ministro de Agricultura, disputando el puesto con Etchevehere. Pero el radicalismo metió la cola en la negociación y finalmente el cargo mayor fue manos de Buryaile, quedando Negri como Secretario de Agricultura. En los casi dos años de gestión del formoseño, nunca se disiparon del todo los rumores de internas entre el Ministro y su principal Secretario, basadas fundamentalmente en que Negri siempre fue visto como el más cercano al Presidente.
Cuando Etchevehere se hizo cargo del Ministerio, decidió blindarse y alejar a todo aquel que pudiera hacerle sombra. La solución política fue el pase de Negri a la presidencia del Senasa, cargo que ocupó hasta el final del gobierno de Cambiemos.
Lo de Hardie fue más tranquilo, arrancó con Buryaile como Secretario de Coordinación y Desarrollo Territorial, y extendió su poder al sumar más tarde la Secretaria de Agricultura Familiar. No trascendieron mayores internas y siempre se lo consideró como un ministeriable en caso de tener que dar otro golpe de timón.
Antes de llegar al poder, los tres ya habían trabajado juntos en la Fundación Pensar, desarrollando el plan de Gobierno de Cambiemos en materia agropecuaria.
A pesar de las varias internas que los involucraron, los tres pudieron mantener su buena relación, lo que ahora los lleva a trabajar juntos en Nuevas Generaciones.
La Fundación se define como apartidaria. Su origen está en el recordado Grupo A de la Cámara de Diputados, interbloque que a fines de 2009 confirmó el peronismo disidente, el radicalismo y el PRO para lograr la mayoría y disputar poder al kirchnerismo.
“Nació como un punto de encuentro entre los distintos puntos de la política. Su función es generar propuestas de políticas públicas concretas que sirvan como insumos a las distintas corrientes de pensamiento”, explicó Obiglio a A24.com Agro. Y agregó que “cada integrante hace su vida política en el lugar que más le gusta”.
En ese sentido, subrayó que “por las personas que la integran el pensamiento está dominada por una posición que se asocia a la visión social cristiana europea o lo que técnicamente se llama economía social de mercado”.
Por eso, admitió, entre sus miembros hay “muchas figuras provenientes del peronismo y del PRO, ya que se sienten muy cómodas con esta forma de pensar”. Un motivo por el cual se asocia con lo conocido como PRE-Peronismo.
La incorporación de Bernadudo, Negri y Hardie, apunta a “institucionalizar el departamento de Agroindustria de la Fundación”, aseguró Obiglio. Y agregó que “desde hace diez años tenemos un equipo que trabaja en temas sectoriales, y la idea es agregar una coordinación que lo fortalezca”.
Uno de los objetivos, es fortalecer la agenda internacional y tratar de generar herramientas para encarar el desafío del mundo post coronavirus.
“El tema alimentario va a ser crucial cuando pase la pandemia. Vemos venir más regulaciones, más controles comerciales, trazabilidad y nuevas normas para el comercio mundial, que va a requerir homologar esas normas a la realidad local”, sostuvo.
Un ejemplo es el acuerdo Mercosu-UE, tema en que la Fundación vino trabajando durante toda la negociación interbloque. “En el intercambio que mantenemos con legisladores europeos notamos que preocupación del comercio de alimentos y normativas fitosanitarias pasó del puesto 30 al de la lista al top five”, subrayó.
¿Por qué los eligieron? “Porque hay un vínculo personal de muchos años, porque comparten valores y principios, porque han participado en muchísimas actividades nuestras desde nuestra fundación hace diez años, y porque son excelentes técnicos y profesionales”, finalizó Obligio.