Pero ¿cómo funciona el blockchain?
Ya entendiendo qué es un blockchain podemos adentrarnos en cómo funciona esta tecnología, que vino a desaparecer el doble gasto que genera hacer transacciones en medios más tradicionales como bancos, aplicaciones de pago online y otras más.
La tecnología blockchain guarda, unida entre sus bloques, información de las transacciones que se realizan en torno a las criptomonedas y contienen las criptomonedas en sí mismas, el contenido cifrado de estos bloques se comparte con todos los nodos que forman la red y así se hace un gigantesco registro contable donde millones de usuarios de la red pueden certificar estos fondos.
Las transacciones se realizan a través de billeteras electrónicas que son archivos encriptados que poseen dos claves: una pública y otra privada. La clave pública es una cadena compuesta entre 26 y 35 caracteres y es la dirección de Bitcoin y hace las veces de número de cuenta. En tanto, la clave privada sirve para autorizar operaciones desde su wallet. Este proceso es el que se conoce como criptografía asimétrica.
Cómo constantemente están surgiendo transacciones es para validar estas transacciones que aparecen los llamados mineros que se dedican a verificar las transacciones, crean nuevos bitcoins por cada bloque que minan y aseguran que las transacciones son reales y legítimas.
Los grupos de minería son conjuntos de mineros que trabajan en conjunto para resolver un bloque y se dividen las recompensas otorgadas.
Gracias al uso del blockchain que se sincroniza entre los nodos se logra la irreversibilidad de las transacciones, lo que permite que nadie haga fraudes para beneficiarse, modificando el libro de cuentas para desviar los bitcoins de un lado a otro sin que otros se enteren.
Toda esta información está conectada entre sí en un sistema interminable de bloques que están interrelacionados entre sí y que permite al mismo tiempo la protección de la privacidad y el control de trazabilidad de las operaciones.