Elevado grado de pérdida del capital invertido. Al tratarse de una loneta netamente virtual, el ambiente en el que se desenvuelve es totalmente incierto. Sin contar que la moneda pudiera sufrir grandes fluctuaciones sin previo aviso, qué podrían en riesgo las inversiones realizadas.
Problemas de volatilidad extrema. Al tratarse de una moneda digital y emergente, su grado de volatilidad es extremadamente alto. Tanto así que en la actualidad no se sabe a ciencia cierta en qué momento exacto el Bitcoin podría bajar o subir de precio.
Falta de información. Para los nuevos inversores, comenzar a minar Bitcoins puede ser todo un reto y un proceso lento. Ya que si no se hacen las investigaciones previas y no se tiene el conocimiento precio adecuado antes de hacer la inversión, se pueden cometer errores que generen perdidas incalculables para los mineros más novatos.
No son un medio de pago reconocido mundialmente. Aunque el Bitcoin es una moneda usada a nivel mundial, su uso no es oficial, ni obligatorio en todos los países. Es decir que ninguna persona está obligada a recibir un pago en Bitcoins, si este no lo quisiera. Dado que no es una moneda oficialmente reconocida.
El fraude. Cómo las criptomonedas no se desenvuelven y operan en un ambiente supervisado y regulado legalmente, puede ser el blanco perfecto de robos o estafas. Asimismo de delitos informáticos a través de los cuales roban tu identidad, tus datos o tus claves secretas. Y de esa forma el inversor podría tener grandes pérdidas.