Algo similar ocurre con las criptomonedas. Crean billeteras anónimas y usando algún VPN. Luego, realizan algún tipo de transacción, pero la mezclan con otras para ocultar el origen y el destino. Pero, esta práctica no es propia de las criptodivisas, pues existen muchas maneras de lavar dinero. De hecho, las personas lavan dinero usando oro, diamantes, bienes raíces, arte, dinero en efectivo, y otras cosas más.
No obstante, el blanqueo de activos a gran escala sucede en los bancos, sobre todo en aquellos ubicados en territorios en los que cuentan con jurisdicciones especiales. En ellos, son “refugiadas” las grandes fortunas ya que esas entidades bancarias garantizan confidencialidad.
De acuerdo al portal Cointelegraph, las criptomonedas han sido acusadas de simplificar el lavado de dinero y facilitar la evasión de impuestos en varias ocasiones. Y aunque esta actividad pueda ocurrir usando las monedas virtuales, el lavado de dinero no es algo exclusivamente de las criptomonedas y funciona del mismo modo que con las otras formas de lavado que existen. Por esta razón, expertos aseguran que la regulación es necesaria sin que frene el progreso y la innovación de las mismas.
Sin embargo, el lavado de dinero con criptomonedas pudiese estar cargado de grandes riesgos porque las autoridades tienen formas de rastrear y conectar las direcciones y transacciones públicas de criptomonedas a las personas e identidades del mundo real.