Por Mariano Maisterrena (*)
Por Mariano Maisterrena (*)
Llega un nuevo año y es momento de analizar los cambios que vienen para el ecosistema cripto en 2023 y de qué manera impactarán en exchanges o plataformas de criptomonedas, en los usuarios e inversores y en los proyectos blockchain.
Lo que fue un 2022 con decepciones y frustraciones, hoy se convierte en esperanzas. El año 2023 acaba de comenzar y el mundo cripto busca con ansias un rebote y un eventual cambio de tendencia.
En este sentido, el devenir del ámbito de las criptomonedas estará marcado por la política monetaria que defina la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), a través de los movimientos de las tasas de interés (que la FED les cobra a los bancos por prestarles dinero).
Como autoridad monetaria de los EE. UU., puede ajustarlas para influir en la economía del país y cumplir con sus objetivos de estabilidad de precios y pleno empleo. Si las reduce, se abarata el acceso a fondos, lo que puede estimular el consumo, la inversión y, así, ayudar a impulsar el crecimiento económico.
En consecuencia, al existir más dinero al alcance del público común, se pueden generar más inversiones en el mundo de las cripto. Por lo general, cuando las tasas de interés disminuyen, el precio del Bitcoin y otras criptomonedas puede aumentar.
Esto se debe a que, en ese momento, las criptomonedas se ven como una alternativa más atractiva a los instrumentos financieros tradicionales, como los depósitos a plazo fijo o los bonos, que ofrecen menores rendimientos.
No obstante, aunque hay muchos factores que influyen en las cotizaciones de las criptomonedas, existe una gran expectativa por un eventual descenso de las tasas de interés en el primer cuatrimestre.
Los analistas del mundo concuerdan que este es un escenario altamente posible, ya que se viene reduciendo el nivel de la inflación en Estados Unidos. Ciertamente, puede ser una buena noticia, porque aumentaría la liquidez en el mundo cripto de forma general.
Entre las tendencias que se confirmarán durante 2023 está la mayor trasparencia de las instituciones financieras y brokers que almacenan criptomonedas de sus usuarios.
El reciente colapso de FTX hizo temblar al ecosistema cripto: todas las principales monedas bajaron su cotización y billones de dólares desaparecieron del mercado en cuestión de horas. Esto puso en tela de juicio a muchísimas otras entidades financieras que estaban relacionadas.
Hace tan solo unos días, el exchange BlockFi también se declaró en quiebra. Además, la famosa plataforma Crypto.com sufrió una gran caída en su moneda por el rumor de no tener liquidez de fondos.
Por supuesto, este desplome no solo ha impregnado de miedo los últimos días del año pasado, sino que también ha complicado a muchos exchanges y plataformas de criptomonedas en Argentina.
Ante esta situación podemos esperar que el proof of funds se convierta en un estándar de la industria. Esta es la forma en la cual las empresas financieras demuestran mediante auditorías y el uso de la blockchain que tienen las reservas de sus clientes en sus wallets y no en otro sitio. De esta manera, grandes exchanges pueden dar tranquilidad sobre su solidez.
De hecho, tras los desastres como el de FTX, ya vemos usuarios cada vez más exigentes, lo que está motivando un cambio entre las medidas que toman los exchange.
Por su parte, en el juicio al ex CEO de FTX, Sam Bankman-Fried, quien deberá encarar una difícil defensa, se podrán escuchar los cuestionamientos del gobierno de EE. UU. en cuanto al nivel de respaldo y control que manejaban instituciones como ese exchange.
No obstante, y todavía más importante que la auto-depuración que está en marcha dentro el ecosistema, se puede esperar una regulación externa, de parte de autoridades gubernamentales.
Por lo tanto, se verán cambios en los marcos normativos oficiales que atañen a las criptomonedas. Muchos proyectos sobre regulación serán tratados en Estados Unidos y a nivel global.
Si bien se espera mayor escrutinio e injerencia estatal, finalmente se sentarán las bases del juego a largo plazo y, posiblemente, tengamos una regulación con reglas claras en apartados que hoy plantean grises confusos.
Por su parte, los Tokens No Fungibles (NFT) seguirán renovándose y ofreciendo cada vez mayor atractivo para los inversores y usuarios en 2023. De hecho, es probable que veamos el surgimiento de variantes con utilidades y valor intrínseco.
Hasta ahora, la gran mayoría son representaciones de arte digital y coleccionables, pero, en este más que en cualquier otro año, se espera la popularización de NFTs con mayores funcionalidades, como certificados de tierras virtuales, avatares y más.
Por último, también se consolidará el movimiento Play to Earn, a partir del lanzamiento de nuevos y prometedores juegos blockchain que se estuvieron desarrollando en 2022 y que recompensarán a los usuarios por jugar. Probablemente, este segmento se consolide incluso si las tendencias macroeconómicas se mantienen como hasta ahora.
(*) El autor es CEO de la plataforma HeirloomDAO, experto en blockchain y negocios digi tales.